La misión Artemis II representa uno de los pasos más decisivos del programa lunar de la NASA y marca el regreso de astronautas a las cercanías de la Luna por primera vez desde el final de las misiones Apolo. A diferencia de Artemis I, que fue no tripulada, Artemis II será la primera misión con humanos a bordo del nuevo sistema compuesto por el cohete Space Launch System y la nave Orion.
Su objetivo principal no es aterrizar, sino probar en vuelo real todos los sistemas críticos necesarios para futuras misiones lunares.
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Los últimos avances en torno a Artemis II
En los últimos meses, se registraron avances clave. El cohete SLS ya fue completamente ensamblado dentro del Vehicle Assembly Building del Kennedy Space Center, con sus etapas, propulsores laterales y sistemas estructurales integrados.
En paralelo, la cápsula Orion destinada a Artemis II completó su integración con el sistema de escape de lanzamiento, un componente esencial para la seguridad de la tripulación ante cualquier emergencia durante el despegue.

También se realizaron pruebas conjuntas entre la nave, el cohete y los sistemas de tierra, incluyendo comunicaciones, navegación y energía, con resultados considerados positivos por la NASA.
La tripulación, compuesta por Reid Wiseman, Victor Glover y Christina Koch de la NASA, junto al astronauta canadiense Jeremy Hansen, continúa con un entrenamiento intensivo.
En este período realizaron simulaciones completas del día de lanzamiento, ensayos de ingreso y salida de la nave con trajes presurizados y prácticas de procedimientos de emergencia. Estos entrenamientos buscan que cada fase del vuelo esté dominada antes de abandonar la órbita terrestre.
Las fechas previstas por la NASA
Si todo avanza según lo previsto, Artemis II tiene como fecha objetivo de lanzamiento el primer trimestre de 2026, con ventanas que se abren desde febrero y se extienden hasta abril. La misión tendrá una duración aproximada de ocho a diez días.
Tras el lanzamiento, la nave Orion realizará varias órbitas alrededor de la Tierra antes de dirigirse hacia la Luna. Luego ejecutará un sobrevuelo lunar siguiendo una trayectoria de retorno libre, que permite regresar a la Tierra incluso ante fallas graves del sistema de propulsión.

De hecho, el 6 de febrero es una de las fechas más tentativas, ya que la Tierra y la Luna estarían alineadas de tal manera que sería ideal que la misión se dé en ese momento.
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Durante el viaje, los astronautas evaluarán por primera vez en espacio profundo el sistema de soporte vital, el control térmico, las comunicaciones a gran distancia y la capacidad de maniobra manual de la nave. Estos datos serán fundamentales para certificar que Orion está lista para misiones más complejas, como el alunizaje previsto en Artemis III.




