En las últimas semanas, una nueva alerta sanitaria empezó a ganar espacio en los medios y en los informes epidemiológicos internacionales: el avance de la gripe H3N2, una variante del virus de la influenza A que ya está provocando brotes intensos en distintos países y que se acerca a Sudamérica.
Aunque no se trata de un virus desconocido, su alta capacidad de transmisión y algunas mutaciones recientes encendieron la preocupación de especialistas y autoridades sanitarias, que advierten sobre la importancia de la vacunación y la preparación ante una posible llegada a la Argentina en los próximos meses.
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Cómo es la gripe H3N2 y qué síntomas genera
La gripe H3N2 es un subtipo del virus de la influenza A, uno de los virus que causan la gripe estacional que circula cada año en diferentes partes del mundo. Este virus se transmite principalmente por las gotitas respiratorias que se generan al toser, estornudar o hablar y también por el contacto con superficies contaminadas.

Aunque en la mayoría de los casos genera cuadros leves o moderados, puede provocar complicaciones graves, especialmente en personas mayores, niños pequeños, embarazadas y aquellas con enfermedades crónicas o sistemas inmunológicos comprometidos.
En 2025 está circulando un subclado de H3N2 que ha despertado especial atención internacional porque tiene varias mutaciones que lo hacen más transmisible y capaz de evadir parcialmente la inmunidad acumulada por infecciones o vacunas anteriores.
No se trata de un virus totalmente nuevo, pero sí de una variante del H3N2 que causado un aumento inusual de casos en países del hemisferio norte y que fue descrita como más contagiosa que otras cepas de gripe estacional.
El virus comenzó a detectarse con fuerza en regiones como Europa, Estados Unidos y parte de Asia y Oceanía, generando un número notable de consultas médicas y presión en los sistemas de salud locales.
Los síntomas que provoca este virus son similares a los de cualquier infección gripal, aunque pueden aparecer con bastante intensidad y de forma brusca. Entre los cuadros más comunes están fiebre alta, tos persistente, dolor de garganta, dolores musculares y articulares intensos, cansancio y malestar general.
En algunos casos también se observan dolor de cabeza, escalofríos y síntomas digestivos como náuseas o diarrea, especialmente en niños. Estos signos pueden confundirse con los de otras infecciones respiratorias, por lo que ante síntomas intensos o prolongados se recomienda consultar con un profesional de la salud.
La posible llegada a Argentina
En el contexto regional, la llamada “súper gripe” H3N2 está avanzando hacia Sudamérica, con los primeros casos confirmados en países como Perú y Colombia, y sospechas de circulación en Bolivia.

En Argentina a esta altura del año el subclado K de H3N2 aún no había sido detectado en forma estable, aunque los laboratorios nacionales han reforzado la vigilancia epidemiológica y están analizando muestras para identificar su posible entrada durante los próximos meses.
Dado que la gripe suele circular en invierno, varios expertos estiman que la H3N2 podría comenzar a verse en el país hacia febrero o marzo de 2026, si las condiciones epidemiológicas y de viaje lo favorecen.
Las autoridades y especialistas destacan que el principal riesgo del virus no es tanto su letalidad en sí misma, sino lo rápido que puede propagarse, lo que en grandes brotes puede impactar fuertemente en los servicios de salud.
Si bien la sintomatología no difiere sustancialmente de una gripe tradicional, su alta transmisibilidad y la posible menor coincidencia con las vacunas actuales hacen que la vigilancia y las medidas preventivas sean especialmente importantes.
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Gripe H3N2: las por qué es clave la vacunación
La vacunación anual contra la gripe sigue siendo la herramienta más eficaz para reducir la gravedad de la enfermedad y prevenir hospitalizaciones y muertes. Las vacunas antigripales se actualizan cada año para incluir las cepas que se espera que circulen, pero cuando aparecen variantes con cambios antigénicos, la protección puede ser menor en cuanto a prevenir la infección en sí misma.
Aun así, los datos preliminares disponibles muestran que la vacuna sigue ofreciendo protección significativa contra las formas graves de enfermedad y hospitalizaciones, incluso cuando coincide parcialmente con la cepa circulante. Por eso se recomienda vacunarse anualmente, especialmente en los grupos de riesgo como adultos mayores, niños, embarazadas y personas con enfermedades crónicas.
En Argentina, antes de la llegada de esta potencial ola de H3N2, la cobertura de la vacuna antigripal fue variable en distintos grupos poblacionales, con cifras que no siempre alcanzaron niveles óptimos en niños pequeños y adultos mayores.




