La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser solo una herramienta para convertirse en una revolución que redefine el mundo. Su impacto en la economía, la salud, la educación y la vida cotidiana es profundo y duradero. Frente a esta transformación, surge una pregunta clave: ¿las mujeres serán espectadoras o protagonistas de esta nueva era?