No hablamos de un hecho aislado, sino que esa innegable violación de nuestra soberanía nacional por parte de un Estado extranjero, la República Islámica de Irán, formó parte de una estrategia mucho más amplia diseñada por la plana mayor de su régimen criminal.
A un año del ataque del grupo terrorista Hamas a Israel, el reclamo por justicia y el recuerdo de las víctimas sigue más vivo que nunca. Los peligros que representa para todo el mundo.
Todos los que lo vivimos recordamos dónde estábamos ese día a las 9:53, cuando un atentado terrorista destruyó la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina.
La violencia y el crimen organizado amenazan la convivencia y la propia democracia en la región. No hay soluciones mágicas. Debemos despojarnos de las ideas preconcebidas y diseñar una política integral que nos involucre a todos los latinoamericanos.