El establecimiento de un nuevo esquema de poder multipolar serรก una de las claves geopolรญticas de los prรณximos aรฑos. Mientras tanto, las fisuras en el inestable sistema de seguridad internacional podrรญan profundizar las actuales amenazas de parte de actores no estatales, con su secuela de violencia y desestabilizaciรณn, particularmente en Medio Oriente y รfrica. En ese contexto, se abren nuevos retos para Amรฉrica Latina en un mundo complejo y cambiante.
El informe Global Trends 2030: Alternative Worlds, elaborado por el Consejo Nacional de Inteligencia estadounidense (NIC), plantea que en los prรณximos 15 aรฑos no habrรก ningรบn paรญs que desbanque a EE. UU. de su rol de potencia dominante, aunque ya no viviremos en un mundo unipolar sino que, a lo sumo, EE. UU. se mantendrรก como una suerte de primus inter pares. Mientras tanto, el anรกlisis que realiza el Sistema Europeo de Anรกlisis Estratรฉgico y Polรญtico (ESPAS), en su estudio Global Trends to 2030, es que โel auge de Asia estรก destinado a continuar y los casi dos siglos de dominio global del continente europeo y de EE. UU. estรกn llegando a su conclusiรณnโ. A pesar de este ascenso del continente asiรกtico, el escepticismo del primero de estos trabajos respecto de un eventual desplazamiento de EE. UU. de su actual centralidad en el esquema de poder mundial se funda en que los paรญses que se han beneficiado de este sistema estรกn mรกs interesados en mantener su desarrollo econรณmico y consolidarse como actores polรญticos, que en disputarle a Washington su hegemonรญa. โAdemรกs, los poderes emergentes no conforman un bloque; en consecuencia, no presentan una visiรณn alternativa uniformeโ, seรฑala el NIC.
Un complejo tablero geopolรญtico
En un exhaustivo ejercicio de futurologรญa geopolรญtica, publicado en 2012 bajo el tรญtulo โGuerra de Tronos 2030โ, el periodista Javier Valenzuela, de El Paรญs de Madrid, pronosticaba: โDe mantenerse las actuales tendencias, EE. UU., China e India serรกn los principales seรฑorรญos de la Guerra de Tronos, los que competirรกn en el que serรก su principal el seรฑorรญo: el asiรกtico. Y tampoco es descabellado predecir que, liderando sus respectivas regiones y con una cuota de influencia global, Brasil, Sudรกfrica, Turquรญa, los paรญses รกrabes del Golfo y Rusia serรกn relevantes en el gran juegoโ. ยฟQuรฉ rol desempeรฑarรกn las actuales potencias del Viejo Continente? Su respuesta es contundente: โEn cuanto a Europa, Reino Unido parece destinado a culminar su tendencia a convertirse en una pintoresca provincia de EE. UU., y Alemania, a convertirse en la cabeza de un pequeรฑo club continental fuerte en lo financiero y econรณmico, pero no tanto en lo polรญtico y militarโ.
Por su parte, tras el รฉxito de la sigla BRIC (Brasil, Rusia, China e India), el economista Jim OโNeill โex Goldman Sachsโ creรณ un nuevo acrรณnimo: โMINTโ, en referencia al bloque de paรญses emergentes conformado por Mรฉxico, Indonesia, Nigeria y Turquรญa. Entre los factores atractivos de los MINT, la analista mexicana Nydia Egremy destaca los siguientes: โUbicaciรณn geogrรกfica estratรฉgica; poblaciรณn numerosa con equilibrio entre jรณvenes y adultos, lo que significa disponibilidad de fuerza de trabajo; alto consumo elรฉctrico; importante producciรณn automotriz; mediano รญndice de desarrollo humano (IDH); creciente nivel de exportaciones e importaciones, producto interno bruto (PIB) nominal y per cรกpita superior al promedio; suficientes reservas en divisas extranjeras; relevante gasto militar y cantidad significativa de tropas en activoโ.
Otro acrรณnimo, acuรฑado en este caso por el exdirector ejecutivo del HSBC, ย Michael Geogheganes, es el de โCIVETSโ, integrado por Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquรญa y Sudรกfrica. ยฟQuรฉ tienen estos paรญses en comรบn? En un artรญculo publicado por The Guardian en 2011, la periodista Katie Allen afirmaba: โEllos se encuentran diseminados a lo largo del planeta, pero comparten una serie de similitudes, principalmente su poblaciรณn joven. Se percibe que sus economรญas se caracterizan por sistemas financieros sofisticados y no dependen de un รบnico sectorโ. Su colega Ian Cowie, en una columna de The Telegraph, seรฑalaba: โEn su conjunto, el grupo CIVETS posee una poblaciรณn de alrededor de 600 millones de habitantes, con una edad promedio de 27 aรฑos, que representa cerca del ocho por ciento de la poblaciรณn global. Cada uno de los paรญses de CIVETS presenta una economรญa dinรกmica y diversificada, que no es excesivamente dependiente de la demanda externa ni de las exportaciones de commodities que caracterizan a otras zonas del mundo emergente. Estos paรญses tienen, ademรกs, un nivel relativamente bajo de deuda pรบblica y privadaโ.
Inestabilidad a las puertas de Europa
โUn mundo de creciente complejidad, incertidumbre y rรกpidos cambiosโ. Asรญ se titula uno de los capรญtulos del citado informe Global Trends to 2030. Entre los desafรญos a afrontar, se cita el efecto desestabilizador de un โcambio de paradigmaโ que traerรก consigo una mayor tensiรณn entre los actores claves del nuevo orden mundial. โEl marco multilateral de la posguerra podrรญa verse sometido a una presiรณn cada vez mayor, lo que pondrรญa en riesgo la capacidad colectiva de gestionar de manera eficiente la creciente interdependencia. Actores no estatales destructivos, algunos de ellos atizados por el extremismo religioso, podrรญan sacar ventajas de las fisuras del sistema. Al mismo tiempo, la comunidad internacional seguirรก haciendo frente a numerosos Estados dรฉbiles y fallidosโ.ย La inestabilidad de Medio Oriente y el norte de รfrica es uno de los mayores retos que enfrentarรก el planeta en el mediano plazo, con un impacto cada vez mรกs evidente en el continente europeo, como lo estรก demostrando en estos dรญas el aluviรณn de refugiados que desembarcan en sus costas.
โFe a ultranza, unida a la pasiรณn irreflexiva, conllevan a un cรณctel explosivo que estรก en los umbrales de Occidenteโ, manifestaba el embajador Jesรบs Fernando Taboada en DEF Nยบ 101. โLos dirigentes รกrabes deberรกn implementar una polรญtica de coacciรณn frente a los radicalismos yihadistas que hasta ahora ha sido meramente verbal y sin consecuencias prรกcticas, debiendo demostrar que se excluyen de todas actitud beligerante, condenando de forma eficaz las acciones de barbarie y atropelloโ, aรฑadรญa, al tiempo que remarcaba la necesidad de que โlas clases educadas del Islam prediquen un retorno al diรกlogo y el entendimiento recรญprocoโ.
โOccidente se enfrenta a un nuevo conflicto de baja intensidad, eventualmente de indefinida duraciรณnโ, seรฑalaba a su turno Omar Locatelli, especialista en geopolรญtica de Medio Oriente, en DEF Nยบ 99. Refiriรฉndose particularmente al reto que representa el Estado Islรกmico en Irak y Siria para la estabilidad de Medio Oriente, este experto ponรญa de relieve la manifiesta intenciรณn de la Liga รrabe de conformar un sistema de alerta temprana para ayudar a los regรญmenes de la zona en su lucha contra los grupos yihadistas. Sin embargo, advertรญa: โEl primer interrogante que surge es respecto de la firmeza de los paรญses รกrabes en establecer un sistema de seguridad colectiva duradero. Tambiรฉn surge la pregunta de si ese sistema permitirรก, a largo plazo, que los Estados no รกrabes de la regiรณn (Israel y Turquรญa) lo integren. De su eventual empleo regional, la duda es si serรก posible su desplazamiento a otros paรญses como Libia, Somalia o Yemen. Tambiรฉn es necesario saber si se podrรก integrar a Siria, actual teatro de operaciones para el contingente รกrabe contra los yihadistasโ.
รfrica, entre la violencia y la esperanza
En el contexto de un mundo cada vez mรกs inequitativo, tanto fronteras adentro como entre paรญses ricos y pobres, el Consejo Nacional de Inteligencia de EE. UU. dirige su mirada hacia el continente africano, particularmente hacia aquellos paรญses signados por divisiones sectarias, tribales y รฉtnicas. โLa revoluciรณn del shale oil y del shale gas que beneficia a EE. UU. ha tenido consecuencias desastrosas para aquellos paรญses africanos que dependen de las exportaciones de petrรณleo. Los Estados fallidos en รfrica y otras partes del mundo se convierten en el paraรญso de los extremistas religiosos y polรญticos, los grupos insurgentes y los terroristasโ, explicaba. Citando un ranking elaborado por Sandia National Laboratories, se hace referencia a una lista de quince paรญses que enfrentan el riesgo de convertirse en โEstados fallidosโ de aquรญ a 2030. Diez de ellos son africanos: Somalia, Burundi, Ruanda, Uganda, Malawi, Repรบblica Democrรกtica del Congo, Nigeria, Nรญger, Chad y Etiopรญa.
En su artรญculo รfrica, la รบltima reserva estratรฉgica mundial, Francisco Berenguer Hernรกndez, analista principal del Instituto Espaรฑol de Estudios Estratรฉgicos (IEEE), funda su explicaciรณn en el legado de la descolonizaciรณn: โUnas fronteras ficticias, e incluso absurdas las mรกs de las veces, que se incardinan profundamente en los conflictos interafricanos. Ademรกs se da la circunstancia de que las respectivas independencias, obtenidas en la mayorรญa de los casos de un modo evidentemente prematuro, lo hicieron ya bajo el paraguas de la entonces joven Organizaciรณn de las Naciones Unidas (ONU) y sus declaraciones y resoluciones, privando a las nuevas naciones africanas del mecanismo regulador tradicional de las fronteras en base al cual se han conformado el resto de los continentes. Es decir, la guerraโ. Se trata de โfronteras muchas veces poco definidas, generalmente mal controladas y, en definitiva, permeables. Esto hace posible a travรฉs de ellas no solo el evidente trรกnsito incontrolado de personas, actividades del crimen organizado y acciones terroristas, sino incluso de cantidades y volรบmenes enormes de recursos que extraรญdos en el territorio de una naciรณn son transportados a otra vecina para desde allรญ ser comercializadosโ.
En ese trabajo, que forma parte de la monografรญa รfrica: Riesgos y oportunidades en el horizonte de 2035, del Ministerio de Defensa de Espaรฑa, la disyuntiva de Berenguer Hernรกndez es la siguiente: โยฟDespegue de รfrica o conflicto y subdesarrollo?โ. Recurriendo a una metรกfora futbolista, su respuesta es que โla pelota estรก en el alero de las รฉlites africanas de las que proceden los dirigentes de las distintas naciones. Poseedoras en su mayor parte de importantes riquezas naturales, apetecidas por las grandes y medianas potencias del resto del mundo, estas รฉlites tienen, quizรกs por primera vez, la oportunidad de negociar acuerdos comerciales justos que permitan invertir oportunamente, desarrollar su paรญs y hacer llegar a la poblaciรณn los beneficios de esta riqueza. El desgobierno, el sectarismo y la corrupciรณn son los grandes enemigos de esta posibilidad, pues hacen posible las malas prรกcticas de otras empresas y naciones forรกneas que, en absoluto exentas de responsabilidad, han favorecido el mantenimiento de este estado de cosas en รfricaโ.
Amรฉrica Latina: los desafรญos de la integraciรณn
En este complejo panorama global, una pregunta que no podemos eludir es cuรกl serรก el rol de Amรฉrica Latina. En un trabajo publicado en 2014 por la Comisiรณn Econรณmica para Amรฉrica Latina y el Caribe (CEPAL), el exfuncionario y analista chileno Sergio Bitar se refiere a las cuatro tendencias que influenciarรกn el posicionamiento internacional de la regiรณn. En primer lugar, menciona el factor demogrรกfico y reflexiona: โEn la medida en que los paรญses de poblaciรณn joven sean capaces de ampliar la educaciรณn y la capacitaciรณn laboral, obtendrรกn un dividendo demogrรกfico. Poseerรกn mano de obra especializada de menor costo, producirรกn y exportarรกn mรกs y, paralelamente, verรกn crecer sus capas medias emergentes y elevar su consumoโ. En segundo tรฉrmino, con relaciรณn a la transferencia de poder econรณmico hacia el continente asiรกtico, sugiere un diseรฑo de polรญtica exterior que combine un mayor acercamiento a China y la Asociaciรณn de Naciones del Sudeste Asiรกtico (ASEAN), con la consolidaciรณn de acuerdos con EE. UU. y Europa, no solo en la esfera comercial, sino tambiรฉn en los รกmbitos educativo, energรฉtico, ambiental, cientรญfico y tecnolรณgico. Destaca, como ejemplo exitoso, el caso de la Alianza del Pacรญfico (Chile, Perรบ, Colombia y Mรฉxico), que โdeberรญa servir a toda Amรฉrica Latina y facilitar su nexo con Asiaโ. En tercera instancia, el autor se refiere a la gravitaciรณn de las clases medias en el desarrollo futuro de nuestros paรญses, ya que su expansiรณn permitirรก ampliar el mercado interno de manera apreciable y harรก aรบn mรกs atractiva la integraciรณn regional. Por รบltimo, se detiene en el reto que representa la veloz urbanizaciรณn de nuestro continente: โHacia 2025, las 198 ciudades latinoamericanas mรกs grandes (de mรกs de 200.000 habitantes) albergarรกn en total a 315 millones de personas y generarรกn el 65 por ciento del PIB regionalโ. Para responder a este proceso, observa: โLas ciudades de gran tamaรฑo requerirรกn cuantiosas inversiones para corregir distorsiones, competir con las mejores urbes en su categorรญa y atraer actividades internacionales, en tanto las intermedias tienen potencial si su expansiรณn futura se planifica mejor. En consecuencia, la planificaciรณn urbana deberรญa ser prioritaria desde ahora, para que rinda fruto a largo plazoโ.
Lejos del cortoplacismo polรญtico que suele caracterizar a buena parte de nuestras clases dirigentes, Bitar plantea: โLos grandes desafรญos exigen continuidad y persistencia. Esto se puede lograr en la medida en que la ciudadanรญa estรฉ mรกs capacitada e informada, se realicen debates sobre futuros posibles y se sustente con una visiรณn comรบn la construcciรณn de acuerdos polรญticos de largo alcanceโ.