La crisis ruso-ucraniana de 2014 tiene raรญces histรณricas y culturales, pero es tambiรฉn el resultado de un complicado juego de ajedrez en el que las potencias occidentales no han sido del todo inocentes y que el Kremlin ha aprovechado para recuperar parte del terreno perdido tras el final de la Guerra Frรญa.
Ucrania -o “Ukraina”, una derivaciรณn del tรฉrmino eslavo krajina que significa “territorio fronterizo”- ha sido desde siempre una prenda de disputa entre las potencias europeas y el Imperio Ruso. En una reciente columna publicada por el diario El Paรญs de Madrid, bajo el tรญtulo “ยฟUcrania existe?“, el analista Lluรญs Bassets seรฑalaba cuรกles eran las raรญces de la actual divisiรณn del paรญs. Citando alย investigador de la Fundaciรณn Juan March, Leonid Peishakin, decรญa:ย “Si hay algo que define la experiencia ucrania es la divisiรณn, entre la uniรณn polaco-lituana y Rusia desde 1569 hasta 1795, los imperios austrรญaco y ruso entre 1795 y 1917, y el catolicismo griego y la ortodoxia rusa desde 1596 hasta hoyโ.
LA CAรA DE LA URSS: UN NUEVO COMIENZO CON TENSIONES
Mรกs acรก en el tiempo, las tensiones afloraron tras la disoluciรณn de la Uniรณn Soviรฉtica y fueron resueltas con buena cintura diplomรกtica por Boris Yeltsin y su colega ucraniano Leonid Kuchma, quien durante su mandato (1994-2004) supo establecer un delicado equilibrio entre Occidente y el Kremlin, que se zanjรณ en los acuerdos de 1997 que garantizaron la integridad territorial y la neutralidad de Ucrania en materia de alianzas militares (lรฉase, no ingreso a la OTAN).
La chispa volviรณ a encenderse a fines de 2004, cuando llegรณ a su fin el segundo mandato del presidente Leonid Kuchma y la elecciรณn de su sucesor polarizรณ a la poblaciรณn en Ucrania. Frente al continuismo, representado por la figura del hasta entonces primer ministro Vรญktor Yanukovich (un ex gobernador de la regiรณn oriental de Donetsk), surgiรณ -por primera vez desde la disoluciรณn de la URSS- una verdadera alternativa liberal pro-occidental encabezada por el extitular del Banco Central, Vรญktor Yushchenko, en una alianza tรกctica con la combativa Yulia Timoshenko. Las multitudinarias protestas en el centro de Kiev, denunciando un presunto fraude a favor de Yanukovich, forzaron la anulaciรณn del balotaje y la realizaciรณn de una especie de “tercera vuelta” electoral a principios de 2005, en la que finalmente se impuso Yushchenko, quien, una vez en el poder, designรณ a Timoshenko como su primera ministra.

LA FALLIDA “REVOLUCIรN NARANJA” Y EL ABRAZO DEL OSO RUSO
La “luna de miel” entre los ganadores de la denominada “Revoluciรณn Naranja” fue efรญmera. Fracturas en el nuevo bloque hegemรณnico terminaron con la salida de Yulia Timoshenko en septiembre de 2005, poniendo fin al “poder bicรฉfalo” nunca del todo digerido por Yushchenko. Cuatro meses mรกs tarde, en enero de 2006, estallaba la primera “crisis del gas” que provocรณ el corte del suministro por parte de Rusia y la negociaciรณn de un nuevo acuerdo de precios con Moscรบ, que veรญa con recelo cualquier posibilidad de acercamiento de las autoridades ucranianas a la รณrbita de la Uniรณn Europea. Las turbulencias polรญticas internas no tardaron mucho en aflorar y derivaron en la convocatoria a elecciones parlamentarias anticipadas en marzo de 2006, que resultaron en el triunfo del Partido de las Regiones de Yanukovich y su retorno al puesto de primer ministro. Reforma constitucional mediante, el nuevo premier logrรณ reducir a la insignificancia el poder real del presidente Yushchenko, cuya popularidad habรญa caรญdo en picada tras su ruptura con Timoshenko.
Sin embargo, lejos de conformarse con su nuevo rol opositor, la “pasionaria” Yulia Timoshenko combatiรณ con vehemencia las polรญticas pro-rusas de Yanukovich y consiguiรณ su objetivo en septiembre de 2007, cuando se alzรณ con la victoria en las segundas elecciones parlamentarias realizadas en apenas 18 meses y volviรณ a ocupar la jefatura del gobierno. Paradรณjicamente, el mayor terremoto en la carrera polรญtica de Timoshenko serรญa provocado por el nuevo acuerdo de precios para la compra del gas ruso firmado con el hombre fuerte del Kremlin, Vladimir Putin, en enero de 2009. Un aรฑo despuรฉs, en febrero de 2010, cayรณ derrotada por su archienemigo Vรญktor Yanukovich en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. En octubre de 2011, Timoshenko serรญa condenada a siete aรฑos de prisiรณn por el presunto “abuso de poder” cometido al suscribir con Rusia el acuerdo que puso fin a la segunda “crisis del gas” en 2009.
Ya instalado en la Presidencia de la Repรบblica, Viktor Yanukovich volviรณ a empujar al paรญs a la รณrbita de Moscรบ, que hizo gala de su “diplomacia energรฉtica” para apuntalar a su aliado en Kiev y reducir nuevamente el precio del gas que transita territorio ucraniano, a cambio de una renovaciรณn del acuerdo que permitirรญa el estacionamiento de la flota rusa del Mar Negro en la base de Sebastopol (Crimea) hasta el aรฑo 2042. En diciembre de 2013, el propio Yanukovich suscribiรณ con Vladimir Putin un nuevo compromiso que implicรณ la rebaja del precio del gas ruso vendido a Ucrania y que tuvo como contrapartida el abandono de cualquier pretensiรณn del gobierno de Kiev de concretar un acuerdo de asociaciรณn con la Uniรณn Europea. La acusaciรณn de la oposiciรณn ucraniana no se hizo esperar: para ellos lo que hizo Yanukovich fue “vender el paรญs a Rusia”.

EL EUROMAIDรN Y EL ACERCAMIENTO A OCCIDENTE
Tras semanas de protestas y sangrienta represiรณn, se alcanzรณ un acuerdo para conformar un gobierno de unidad nacional y anticipar las elecciones presidenciales, pero la calma durรณ apenas unas horas. Con Yanukovich ya fuera de Kiev y abandonado por muchos de sus propios diputados, el Parlamento votรณ su destituciรณn el 22 de febrero de 2014, la liberaciรณn de Timoshenko y la convocatoria a elecciones presidenciales. Decisiones rechazadas por Yanukovich, asilado ahora en Rusia, y por el Kremlin, que no dudan en calificar lo acontencido como un “golpe de Estado” y un incumplimiento del pacto firmado en presencia de los ministros de Exteriores de Polonia y Alemania.
El paรญs ha quedado al borde de la fractura y de la bancarrota, con un gobierno interino conformado por sectores pro-occidentales, que estรกn buscando refugio al calor de la Uniรณn Europea. Para el Kremlin no serรก fรกcil digerir el fin de ciclo de sus aliados polรญticos en Kiev, con la fuga de su principal alfil, Viktor Yanukovich. Tras la anexiรณn de Crimea, Vladimir Putin podrรญa verse tentado a establecer una suerte de “protectorado” sobre las zonas sudorientales del paรญs, pobladas por una mayorรญa rusoparlante, lo que podrรญa convertirse en una repeticiรณn de lo sucedido cinco aรฑos atrรกs en las repรบblicas de Abjasia y Osetia del Sur, tras el fallido intento de ocupaciรณn de su territorio por parte del gobierno georgiano.
Serรญa aventurado hablar de una Segunda Guerra Frรญa. Lo que estรก claro es que vivimos el momento de mayor tensiรณn entre Moscรบ y las potencias occidentales de la OTAN desde la caรญda del Muro de Berlรญn y la desintegraciรณn de la Uniรณn Soviรฉtica.