Existe una demanda latente por mayor transparencia y una regulaciรณn razonable para las relaciones pรบblico-privadas en el paรญs. A partir de las elecciones de 2015, el arribo a cargos polรญticos de empresarios que hasta hace poco ejercรญan un rol ejecutivo en el sector privado definiรณ un cambio de las reglas de juego.ย Por Juan Pablo Maglier.
El modo de la articulaciรณn pรบblico-privada, la gestiรณn de los asuntos pรบblicos (o gestiรณn de intereses) de las empresas, el latinismo โcabildeoโ, o lo que en la jerga coloquial denominamos lobby ha sido siempre materia de distintos anรกlisis y estudios, no exentos en algunos casos de cierta polรฉmica.
La acepciรณn lobby proviene del siglo XIX. Designaba los pasillos de la Cรกmara de los Comunes britรกnica en donde individuos y activistas podรญan reunirse y conversar con los miembros del Parlamento a efectos de comunicar sus intereses. Por otro lado, una anรฉcdota marcรณ los orรญgenes del tรฉrmino del otro lado del Altรกntico: durante la Guerra de Secesiรณn norteamericana, el general Ulysses Grant, tras un incendio que afectรณ a la sede del Poder Ejecutivo, se instalรณ en el lobby de un hotel al cual concurrรญan diversos grupos de presiรณn e interรฉs.
La bibliografรญa urbana occidental ha dedicado bastante espacio a la relaciรณn pรบblico-privada mostrada a travรฉs del lobby o โcabildeoโ. Incluso Hollywood ha gestado productos taquilleros relacionados con la relaciรณn entre estado y empresas. Huelga mencionar a Remy Danton, el lobbyista de la firma Glendon Hill en la serie House of Cards, quien realizaba gestiones en la Casa Blanca para su cliente Sancorp. O el caso de Nick Taylor, jefe de prensa de una gran tabacalera, en la pelรญcula Gracias por fumar. Su misiรณn era que el paรญs olvidara los peligros del tabacoโฆ
En nuestro paรญs, en tanto, en los albores de nuestra organizaciรณn nacional, el artรญculo 14 de la Constituciรณn Nacional plasmรณ el derecho a peticionar ante las autoridades como la herramienta รณptima para la articulaciรณn entre las esferas pรบblica y privadas. A partir de entonces, durante las siguientes dรฉcadas, Argentina experimentรณ diversos estadios en los cuales pendulamos entre una relaciรณn gobierno-empresas fluida y cooperativa en ciertas รฉpocas, y conflictiva en otras, por razones de diversa รญndole (polรญticas, econรณmicas, contexto internacional, ideolรณgicas), con independencia del signo polรญtico o ideolรณgico imperante. De hecho, tanto los gobiernos conservadores, peronistas, radicales y militares han tenido momentos de relaciones conflictivas con el sector privado, quizรกs por incomprensiรณn mutua, pero tambiรฉn otros con altos niveles de cooperaciรณn.
Basta parafrasear al ex primer ministro britรกnico Winston Churchill, quien reflejรณ mejor que nadie esas diferentes percepciones del sector empresarial y que influyen, naturalmente, en la articulaciรณn entre ambas dimensiones: โAlgunos ven a las empresas privadas como un depredador que debe ser eliminado, otros como una vaca que debe ser ordeรฑada, peroย pocos son aquellos que las ven como un robusto caballo que tira de la carretaโ.
Haciendo un racconto histรณrico sobre dicha relaciรณn, en Argentina desde 1853 a la fecha, me permito agrupar los diferentes estadios en cuatro categorรญas de acuerdo con su estilo e intensidad :
– Cooperaciรณn de alta intensidad (84 aรฑos)
– Cooperaciรณn de baja intensidad (51 aรฑos)
– Conflicto de mediana intensidad (24 aรฑos)
– Conflicto de baja intensidad (5 aรฑos)
Dejo a criterio del lector especificar quรฉ etapas histรณricas corresponden a cada categorรญa, pero entiendo que, salvo en contadas ocasiones, podrรญamos estar de acuerdo que dichas cuatro categorรญas han estado presentes en espacios temporales mรกs o menos equivalentes en los รบltimos 200 aรฑos de historia argentina.
Anรกlisis trascendentes
En los รบltimos aรฑos, diversas asociaciones empresariales eligieron abordar de manera profesional el estudio de la importancia de la articulaciรณn entre las esferas pรบblica y privada, una temรกtica que tiene, y tendrรก en el futuro, una gran trascendencia en la agenda cotidiana de la empresa.
En 2013, la consultora de estrategias McKinsey entrevistรณ a mรกs de 2000 ejecutivos de asuntos pรบblicos de distintos paรญses y especialidades y llegรณ a la conclusiรณn de que โalrededor de un tercio de un negocio depende de las decisiones que toman los decisores gubernamentalesโ. Estas conclusiones, que algunos rechazan por sobredimensionadas, no dejan de ser relevantes en paรญses y economรญas con un alto nivel de regulaciรณn, como la mayorรญas de las latinoamericanas y europeas.
Del estudio de McKinsey se deduce que, en tรฉrminos globales, el valor empresarial que depende de las decisiones regulatorias de los gobiernos es de aproximadamente un 30 %. Tenga el lector presente que en algunas industrias y paรญses la influencia es aun mayor. Por ejemplo, en Argentina, en donde en las รบltimas dos dรฉcadas un notable incremento de la influencia del Estado en la economรญa y en ciertos procesos econรณmicos han hecho necesario, para el sector privado mantener relaciones sรณlidas y fluidas con el sector pรบblico.
En Argentina, tambiรฉn en 2013, la divisiรณn de Relaciones Institucionales de la asociaciรณn empresarial IDEA presentรณ su primer estudio de Benchmarking de Asuntos Pรบblicos y/o de Intereses, que tuve la responsabilidad de dirigir. En รฉl participaron mรกs de 100 compaรฑรญas de muy distintos perfiles que convirtieron a la muestra en altamente representativa. Los resultados fueron en la misma lรญnea que lo anterior: independientemente de las distintas actividades, la regulaciรณn creciente incide en el sector privado en Argentina y, en segundo lugar, existe, latente, una fuerte demanda por mayor transparencia y una regulaciรณn razonable para las relaciones pรบblico-privadas. Quienes tienen la responsabilidad o la incumbencia funcional pueden ser quienes, instrumentalmente, ayuden a convertir esas demandas en una vigente realidad. En ese sentido, cรกmaras empresariales y asociaciones profesionales vienen insistiendo con contar con un mayor protagonismo en la construcciรณn de dichas relaciones.
Nuevo enfoque
De modo silencioso, con las elecciones de 2015, se ha producido un cambio en el paradigma de cรณmo se relacionan el sector pรบblico y privado en la Argentina contemporรกnea. El arribo a cargos decisorios de ejecutivos y empresarios que hasta hace poco ejercรญan un rol ejecutivo en el sector privado definiรณ un cambio, una ruptura. Por primera vez encontramos un ejรฉrcito de funcionarios que, en su mayorรญa, conocen el funcionamiento, la lรณgica y los justificativos que guรญan muchas decisiones empresarias en la relaciรณn con el gobierno. Esto provocรณ un cambio en las reglas de juego de la relaciรณn pรบblico-privada.
Actualmente, la gestiรณn de intereses pรบblico-privados estรก regulada en el decreto 1172/2003 de Acceso a la Informaciรณn Pรบblica, que contiene cinco reglamentos entre los que se encuentra el de Publicidad de la Gestiรณn de Intereses en el รกmbito del Poder Ejecutivo Nacional.
A lo largo de estos รบltimos aรฑos surgieron numerosas iniciativas desde el Congreso que buscaron generar un marco legal e institucional que diera mejor performance a esa articulaciรณn entre el sector privado y pรบblico. La diputada Margarita Stolbizer (GEN), los diputados Ana Carrizo, Mario Barletta, Patricia Gimรฉnez y Alejandro Echegaray (UCR) , la diputada Marรญa Agustina Cremer de Busti (Uniรณn por Entre Rรญos), la diputada Graciela Camaรฑo (Federal Unidos por una Nueva Argentina), entre otros proyectos, propusieron la formulaciรณn de marcos legales para la regulaciรณn de esta relaciรณn. Si bien en ningรบn caso las iniciativas prosperaron, sรญ han sentado las bases para una discusiรณn que estaba pendiente en Argentina.
โCรกmaras empresariales y asociaciones profesionales vienen insistiendo con contar con un mayor protagonismo en la construcciรณn de relaciones pรบblico-privadasโ
Hace unos meses, tras mรกs de un aรฑo de debates y varias audiencias de trabajo, el Poder Ejecutivo nacional presentรณ un proyecto de ley al Congreso para regular la gestiรณn de intereses, de modo de promover una articulaciรณn pรบblico-privada mรกs eficiente y transparente. Dicha iniciativa, actualmente en discusiรณn, busca transparentar los mecanismos de relaciรณn a travรฉs los registros de audiencia, por medios electrรณnicos, entre otras iniciativas.
A partir de esto, existen tres premisas que, a mi entender, deberรญan guiar dicha relaciรณn en los prรณximos tiempos: la transparencia en la relaciรณn, la cooperaciรณn mutua como bien superior, y que las partes deban identificar las necesidades de la otra.
En lรญnea con lo anterior, Joan Navarro, vicepresidente de Asuntos Pรบblicos de la firma espaรฑola especializada en asuntos pรบblicos Llorente y Cuenca, afirma que โpara transitar hacia una gestiรณn mรกs efectiva de los asuntos pรบblicos de las empresas se debe avanzar hacia una cultura del ganar-ganarโ, de relaciones establecidas sobre intereses recรญprocos de carรกcter corporativo y con clara vocaciรณn de largo plazo.
Para la implementaciรณn de este modelo de relacionamiento con los decisores polรญticos, las empresas deben dotarse de herramientas que permitan planificar las relaciones con los decisores, priorizando el largo plazo, identificar los issues que afectan a la empresa, asรญ como sus actores relevantes y, por รบltimo, que registren la โconversaciรณnโ con los decisores polรญticos y su evoluciรณn.
Otra propuesta interesante serรญa incluir las herramientas del cรฉlebre gurรบ de la Escuela de Negociaciรณn de Harvard, William Ury, autor del best seller Sรญโฆ ยกde acuerdo! Cรณmo negociar sin ceder. Ury sostiene que la clave en la relaciรณn entre partes estรก en la mentalidad con la que uno va a negociar. โAntes de repartirnos la tortaโฆ ยฟPor quรฉ no analizamos si esa torta puede ser mรกs grande…?โ, reflexiona, y seรฑala que conseguir esto implica buscar otras alternativas y soluciones.
Pero ยฟcรณmo podrรญa ser aplicable lo anterior a la articulaciรณn pรบblico-privada? El hecho de tomar distancia del problema a resolver o del objetivo a cumplir, la empatรญa, el no perder de vista el interรฉs final y las situaciones ganar-ganar mencionadas anteriormente son recomendaciones altamente รบtiles y absolutamente aplicables a la relaciรณn entre las dimensiones pรบblicas y privadas. El desafรญo de hoy, en un contexto distinto a los anteriores, es aplicar conceptos novedosos que puedan ser aplicables al actual contexto polรญtico argentino.
*El autor es politรณlogo, magรญster enย Comunicaciรณn yย Director de Relaciones Institucionales de La Rural SA