El soldado Bradley Manning fue declarado culpable de  otros 19 cargos, pero se lo declaró inocente del delito de colaborar con el enemigo.

La jueza militar Denise Lind exculpó de este modo a Manning del cargo más grave que afrontaba por filtrar cientos de miles de documentos al sitio de Internet, por el que arriesgaba pasar el resto de su vida en prisión. La magistrada leyó su veredicto en la base de Fort Meade, en las afueras de Washington, donde desde comienzos de junio se desarrolla la corte marcial contra el ex analista de inteligencia en Irak, puesto desde el que filtró los cables diplomáticos y militares al portal.

Con todo, el joven militar todavía podría afrontar una larga pena de cárcel, ya que la jueza lo encontró culpable de espionaje y otros 18 cargos que pueden suponerle una pena máxima de 136 años de cárcel. Según fuentes del proceso. La condena en sí será decidida en las próximas semanas, después de que Lind escuche a nuevos testigos en la próxima fase del proceso, que ahora se abre, para examinar qué sentencia le impone.

Numerosos analistas habían advertido sobre el peligro de que un veredicto de culpabilidad contra Manning en este cargo hubiera sentado un peligroso precedente, tanto para futuros casos de informantes, entre ellos Edward Snowden, como para el periodismo de investigación en Estados Unidos y aún en el el mundo.

A través de su cuenta de Twitter, Wikileaks calificó el fallo como una prueba del “radicalismo peligroso de la seguridad nacional” del gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, según reprodujo la agencia de noticias EFE. La organización, que desde hace más de un año tiene a su fundador Julian Assange asilado en la embajada ecuatoriana en Londres, destacó que el veredicto contra Manning se convertirá en un “nuevo precedente muy serio” que afectará al periodismo de investigación y su capacidad de obtener fuentes confidenciales. El propio Assange, hablando desde Londres horas después, calificó a Manning de “héroe” y prometió trabajar hasta que “quede en libertad”.

La ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) también alertó sobre las consecuencias que el veredicto tendrá sobre el periodismo. “Se trata de una advertencia dirigida a los informantes, contra quienes el gobierno de Obama emprendió una cacería de una magnitud inédita, sin considerar de interés público sus revelaciones”, condenó la organización con sede en París a través de un comunicado citado por EFE.

Fuente: EFE