Los líderes de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), reunidos en Surinam, condenaron enérgicamente la posible intervención comandada por EE.UU. sobre Siria por el supuesto uso de armas químicas contra civiles.

Tras varias horas de deliberaciones, los presidentes firmaron la Declaración de Paramaribo, que incluye varios temas regionales, pero con el énfasis puesto en la crisis Siria, que podría desencadenar un conflicto de gran magnitud.

EE.UU. y Francia están considerando la posibilidad de una acción militar contra el Gobierno de Bashar al-Assad, al que acusan de haber usado armas químicas en un ataque el 21 de agosto, a las afueras de Damasco, que dejó 1.429 muertos, incluidos 426 niños.

“Insistimos en que el presidente (Barack) Obama está entrampado en una política de guerra que le quiere imponer al mundo (…) ha llegado a la conclusión de que para salir de la crisis necesitan una gran guerra y por eso quieren imponer la guerra en Siria”, dijo el presidente venezolano, Nicolás Maduro, a periodistas al finalizar la cumbre presidencial.

“Un ataque a Siria arrancaría un conflicto bélico de consecuencias incalculables. Siria tiene un gran poder militar, y tiene grandes amigos (…) es una locura atacar a Siria”, agregó Maduro.

Los gobiernos de Argentina, Brasil, Ecuador y Venezuela -que conforman la Unasur- manifestaron esta semana su rechazo a una posible intervención.

Fuente: Reuters