La policía española investiga al conductor del tren español en el que murieron 80 personas, tras descarrilar cerca de Santiago de Compostela.

Uno de los dos maquinistas del tren fue imputado en la investigación y tendrá que prestar declaración ante la Policía Judicial, según confirmó una portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Galicia. Las autoridades gallegas dijeron que el tren tenía dos conductores y que uno estaba hospitalizado, pero quedaba inmediatamente claro cuál de los maquinistas declarará como imputado. Reportes de periódicos citaban a testigos diciendo que el conductor Francisco José Garzón, quien ayudó a rescatar víctimas, gritaba: “Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer”.

El diario El País indicó que uno de los maquinistas había quedado atrapado en la cabina y que comunicó por radio a la estación ferroviaria que el tren había ingresado en la curva a 190 kilómetros por hora. Una fuente oficial dijo que el límite de velocidad en ese tramo de la vía ferroviaria era de 80 kilómetros por hora. “¡Somos humanos! ¡Somos humanos!”, repetía. “Espero que no haya muertos porque caerán sobre mi conciencia”, según el relato del periódico, que citó fuentes cercanas a la investigación.

El periódico madrileño citó también fuentes cercanas a la investigación diciendo que el tren viajaba a más del doble del límite de velocidad permitido en una curva pronunciada y el alcalde de Santiago de Compostela dijo que probablemente el tren iba demasiado rápido. El secretario general del sindicato de maquinistas de Renfe, Juan Jesús García Fraile, dijo que uno de los conductores del tren fue sedado y que esperaba visitarlo en el hospital el jueves.

Fuente: Reuters