Con 1357 de los 3979 delegados a la convención demócrata en juego, Bernie Sanders y Joe Biden aparecen como los dos pesos pesados de estos comicios. Será el debut de Michael Bloomberg y siguen en carrera Elizabeth Warren y Tulsie Gabbard.

El futuro rival de Donald Trump podría comenzar a definirse esta noche, una vez que se conozcan los resultados de las primarias demócratas en catorce estados y en el territorio de ultramar de Samoa Americana. El senador por Vermont, Bernie Sanders, podría comenzar a probarse el traje de candidato si se hacen realidad los sondeos que vaticinan una victoria suya en los principales estados. Por su parte, el exvicepresidente Joe Biden confía en aglutinar los votos del electorado moderado y capitalizar la salida de la competencia de sus exrivales Amy Klobuchar y Peter Buttigieg –quien se había impuesto en las asambleas de Iowa y había logrado un virtual empate con Sanders en las primarias de New Hampshire–. Ambos declararon su apoyo a Biden.

Sanders y Biden son dos veteranos de la política estadounidense que reeditan la competencia de hace cuatro años entre el outsider proveniente de la izquierda (Sanders) y un típico representante del establishment demócrata (antes Hillary Clinton, ahora Biden) que se mueve con soltura en los pasillos del poder en Washington. En el supermartes debutará también el exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, quien ha invertido ingentes sumas de dinero en una campaña iniciada con demora y que se juega hoy su futuro. Fuera del lote de favoritos, continúan en carrera la senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren; y la congresista por Hawai, Tulsie Gabbard.


“De los veinte precandidatos que iniciaron su campaña en 2019, hoy solo quedan cinco y la disputa parece haber quedado resumida a la dupla Sanders-Biden”.


De las contiendas de esta noche, las que concitan la mayor atención son las de los cuatro estados que otorgan el mayor número de delegados: California, Texas, Virginia y Massachusetts. Los 415 de California representan alrededor de un quinto del total necesario -1991 delegados- para hacerse con la candidatura presidencial. Las encuestas anticipan una victoria de Sanders, aunque Biden busca capitalizar el envión que le dio su contundente victoria en Carolina del Sur el pasado sábado. Si quiere encaramarse en la discusión, Bloomberg también está obligado a lograr una buena performance en el estado que más representantes otorga de cara a la convención partidaria del mes de julio en Milwaukee.

Bernie Sanders apuesta a ser el candidato demócrata en las próximas elecciones de Estados Unidos. Foto: AFP.

Mientras tanto, en Texas se ponen en juego 228 delegados. En este tradicional bastión republicano, cuna de la industria petrolera estadounidense, Sanders busca tomarse revancha de la derrota sufrida hace cuatro años a manos de Hillary Clinton y en estas primarias aparece claramente como favorito. Lo mismo sucede en Massachusetts, que otorga 91 delegados, aunque en este caso la pelea por el voto progresista podría inclinar la balanza a favor de Elizabeth Warren, que hasta ahora solo logró reunir ocho delegados en Iowa y necesita del apoyo del estado que representa en el Senado para seguir en carrera. Por su parte, Biden aparece como favorito en el estado de Virginia, que reparte 99 delegados de cara a la convención demócrata y donde Sanders y Bloomberg aparecen disputando el segundo puesto.


“California, Texas, Virginia y Massachusetts asignan un total de 883 delegados, del total de 1344 que estarán en disputa en este supermartes”.


Una de las principales apuestas de Joe Biden es a conservar el voto del electorado afroamericano del sur, que le dio su primer gran alegría en Carolina del Sur hace apenas tres días. El peso de este grupo poblacional será fundamental en las primarias de Carolina del Norte, con 110 delegados en disputa; Alabama, con 52 en juego; Arkansas, con 31; y Tennesse, con 64. El gran desafío de Sanders es romper con el estigma de la falta de apoyo entre los electores afroamericanos, como ocurrió en las primarias de 2016, en las que Hillary se impuso con amplio margen en los cuatro estados.

Peter Buttigieg se bajó de la carrera y le brindó todo su apoyo a Joe Biden. Foto: AFP.

Una gran incógnita será el resultado de las asambleas en Minnesota, con 75 delegados en juego, luego del retiro de la candidatura de la senadora por este estado, Amy Klobuchar. La lógica indicaría que sus votos podrían pasarse a las filas de Biden. Allí Sanders espera repetir el éxito de 2016. De los restantes estados en juego, el más importante en términos demográficos es Colorado, que pone en juego 67 delegados, y donde Sanders parte como claro favorito. Tampoco debería tener problemas en conquistar su propio estado, Vermont, que asigna 16 delegados; y las encuestas lo ponen en la delantera también en Utah, que reparte 29 delegados, y en las asambleas de Maine, con 24 delegados en disputa.

Una vez superado el supermartes, las restantes grandes citas electorales de los demócratas serán en Florida (219 delegados) e Illinois (155), el 17 de marzo; y en Nueva York (274) y Pennsylvania (153), el 28 de abril.