La presidenta Cristina Fernández de Kirchner participó, junto al ministro de Defensa, Arturo Puricelli, del acto por la finalización de la reparación de media vida del emblema de la industria naval argentina.

El martes 27 de septiembre, en el Complejo Industrial Naval Argentino (CINAR), la presidenta Cristina Fernández de Kirchner asistió a los últimos toques de la reparación de media vida del submarino ARA San Juan y sobre la que informáramos en varias de nuestras ediciones. En compañía del ministro de Defensa, Arturo Puricelli; el jefe de la Armada, almirante Jorge Godoy; y altos funcionarios civiles y militares e invitados especiales, fue informada paso a paso sobre las tareas realizadas en las entrañas del sumergible que, a principios de 2012, estará en condiciones de cumplir con un período de dos meses de pruebas en el mar. A casi cuatro años de los trabajos iniciados a fines de 2007, la nave recuperará sus capacidades originales para estar en servicio por 15 años más en la Fuerza naval. Para ello, le fueron reemplazados sus cuatro motores y otros tantos generadores eléctricos que demandaron el corte transversal del casco resistente y su posterior unión y soldadura. Un hecho casi inédito en Sudamérica. También, a través de un convenio con una empresa alemana, recambiaron las baterías que armaron con manufactura artesanal, de otros elementos electrónicos y de equipamientos de distintos tipo e importancia.

Luego de la recorrida, la primera mandataria participó en la botadura del buque Dr. Bernardo Houssay, adquirido en 1966 para la Prefectura Naval Argentina y que fue sometido a una completa reparación y modernización para mejorar su desempeño en investigaciones oceanográficas. A posteriori y en una alocución dirigida a los presentes, no solo destacó la complejidad y precisión alcanzada, únicamente comparable con la de los mejores astilleros del mundo, sino que enfatizó “la reparación se hizo íntegramente y por primera vez en el país, por técnicos y operarios argentinos”.