Los dos principales socios del Mercosur coinciden en la necesidad de convocar a una conferencia internacional para encontrar una salida pacífica al conflicto.

Argentina pidió ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas -órgano que preside actualmente nuestro país- que “los actores principales realicen esfuerzos genuinos y sinceros para que la Conferencia de Paz en Ginebra no se posponga, sino que se realice lo antes posible.” En ese sentido, la embajadora ante la ONU, María Cristina Perceval, llamó la atención sobre cómo la militarización se ha incrementado, en vez de reducido, durante los últimos tiempos. Señaló el hecho paradójico de que “casi en simultáneo con la apertura de la firma del Tratado sobre Comercio de Armas en las Naciones Unidas, el Consejo reciba noticias y anuncios sobre pasos adicionales para seguir armando a las partes.”

Frente al deterioro de la situación humanitaria, y la necesidad de “asegurar la reundición de cuentas por las graves violaciones a los derechos humanos y abusos que están teniendo lugar en Siria,” Argentina reiteró el pedido hecho con anterioridad para poner más énfasis en la lucha contra la impunidad como un mecanismo efectivo para desincentivar esos abusos. Y en ese sentido, Perceval remarcó que la Argentina “reitera su posición de que en los casos en los que la justicia interna no tenga la voluntad o la capacidad de juzgar estos crímenes atroces, el Consejo de Seguridad pueda remitir una situación a la Corte Penal Internacional.” Entre esos crímenes atroces se encuentran los asesinatos contra civiles, y dentro de ellos, aquellos en situación de vulnerabilidad.

Por su parte, Brasil reiteró que “no existe una solución militar para el conflicto” y coincidió en “la convocatoria de una conferencia internacional sobre la situación siria”. “Sólo un proceso político inclusivo, liderado por los propios sirios, como preconizado en el Comunicado del Grupo de Acción sobre Siria, emitido en 2012, podrá conducir a la paz y a la efectiva protección de la población civil en aquel país”, añadió el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado, en el que calificó de “acto atroz” el “ataque perpetrado en los alrededores de Damasco, con fuertes indicios del uso de armas químicas, que victimó fatalmente a centenares de civiles desarmados”.