“Gazprom suministrará el volumen de gas que Ucrania pague con un mes de antelación; recibirán lo que paguen”, aseguró el presidente ruso Vladimir Putin. Por su parte, el premier Medvedev justificó la decisión en el acuerdo firmado en 2009 con el gobierno de Kiev.
Gazprom anunció la semana pasada una segunda suba del precio del gas para Ucrania, que tendrá que pagar a partir de este abril 485,5 dólares por cada mil metros cúbicos, al haberse eliminado el descuento que Moscú había concedido al anterior gobierno ucraniano encabezado por el destituido Viktor Yanukovich.
Putin ironizó sobre el apoyo recibido por las nuevas autoridades ucranianas por parte de la Unión Europea. “Es una situación bastante extraña porque, como se sabe, nuestros socios en Europa reconocen legitimidad a las actuales autoridades ucranianas, pero no hacen nada para apoyar a Ucrania, ni un dólar, ni un solo euro”, afirmó según la agencia de noticias EFE. “En cambio, la Federación Rusa no reconoce la legitimidad del gobierno de Kiev, pero continua prestando asistencia económica y subsidiando la economía de Ucrania con cientos y miles de millones de dólares hasta ahora”, agregó.
Al mismo tiempo, hizo un llamado al gobierno a “actuar con mucho cuidado, sin destruir lo poco que queda” de las relaciones con Rusia, tras la caída en Ucrania del presidente Viktor Yanukovich, el 22 de febrero, y la reunificación de Crimea con Moscú, un mes después. “Confío en que la gente que cumple funciones (de gobierno) en Kiev no hará nada irreparable”, comentó Putin, en aparente alusión a la tensión existente en las regiones del este ucraniano.
Desde el domingo, manifestantes pro rusos mantienen tomada la sede del Servicio de Seguridad ucraniano (SBU), en la ciudad de Lugansk, donde retuvieron a unas 56 personas que hoy, tras negociar con los activistas, fueron liberadas. “Los ocupantes de la sede permitieron entrar a varios diputados”, afirma la nota oficial, donde no se usó la palabra “rehenes” para referirse a las 56 personas que abandonaron el edificio.
“La solución se encuentra en dos planos: primero político y luego de fuerza. Estoy convencido de que ambas opciones son posibles”, aseguró el ministro de Interior ucraniano, Arsen Avakov. El funcionario recalcó que se les ofrecerá diálogo “a quienes estén dispuestos a dialogar”, pero “los marginales que quieren enfrentamiento recibirán una respuesta de fuerza del Estado”. “La solución a esta crisis se producirá dentro de la próximas 48 horas”, señaló Avakov, quien recordó que en tres regiones de Ucrania oriental -Lugansk, Jarkov y Donetsk- se decretó un régimen de operación antiterrorista, por lo que las fuerzas especiales pueden actuar en cualquier momento.
El lunes, manifestantes pro rusos atrincherados en la sede de gobierno de Donetks, al este de Ucrania, proclamaron su independencia y convocaron a un referendo de adhesión a Rusia, en una repetición casi calcada de los eventos que culminaron con la anexión rusa de Crimea hace casi tres semanas.
Desde que las protestas pro occidentales triunfaron en Kiev a fines de febrero pasado, grupos de manifestantes pro rusos comenzaron a levantarse en algunas ciudades del este de Ucrania, cerca de la frontera con Rusia, en contra de las nuevas autoridades, a las que acusan de proteger a sectores ultranacionalistas y antirusos.
Fuente: Télam