Adolfo Filarent, presidente de la filial argentina de Keren Kayemet Leisrael (KKL), se refirió a los importantes aportes de la organización al medioambiente y habló de la misión de KKL en nuestro país. Por Patricia Fernández Mainardi.
Keren Kayemet Leisrael es la ONG líder en la lucha contra la desertificación y las acciones para mejorar el medioambiente. DEF dialogó con Adolfo Filarent, presidente KKL Argentina, acerca de las acciones que lleva adelante esta Organización para ayudar a mejorar las condiciones de vida tanto en Israel, como en Argentina.
– ¿Qué es Keren Kayemet Leisrael?
– Es una ONG con 102 años de historia que se dedica a la forestación, a la ecología y al medioambiente. KKL es anterior al estado de Israel. se fundó en 1901 y el Estado de Israel declaró su independencia en 1948. Tiene larga data y gran experiencia en materia ecológica y de medioambiente. Es la ONG ecológica más antigua del mundo. Hoy KKL es uno de los principales lideres en esta materia, de hecho, es una de las cinco ONG más importantes a nivel global. Tiene 70 filiales en el mundo, la de argentina es una de ellas. KKL Argentina trabaja como una oficina de enlace, hace más de 70 años que trabajamos para lograr proyectos entre Argentina e Israel.
– ¿Cómo está conformado el equipo de trabajo en KKL Argentina?
– Somos un equipo de voluntarios que trabajamos en pos de las relaciones entre los dos países, teniendo en cuenta toda la experiencia que Israel nos puede proporcionar. Buscamos hacer cosas en conjunto , en permanente aprendizaje, para utilizar todos los conocimientos en pos de nuestros países.
– ¿Trabajan con grupos de jóvenes?
– Queremos trabajar y trabajamos con todos. Hay programas de juventud, hay una comisión de mujeres también. Estamos creando un proyecto y un equipo de jovenes. Esta institución está abierta a todos, sobre todo a aquellos que son amantes de la ecología, aquí tenemos un lugar donde podemos trabajar y cooperar en pos del medioambiente.
– ¿Trabajan con alguna problemática particular en Argentina?
– Trabajamos con provincias que tienen inconvenientes con los recursos hídricos. Se aporta toda la tecnología que el KKL tiene para buscar resolver los problemas que nuestro país pueda tener en recursos hídricos o forestación.
– ¿Son los mismos problemas, vinculados a la tierra, en Israel y en Argentina?
– Hay zonas en Argentina en las que son muy comunes las mismas problemáticas que padece Israel, por eso tratamos aportar el conocimiento que tiene KKL Israel para poder aplicarlo en nuestro país. Hay zonas que son muy complicadas. Hemos recorrido varias provincias, hemos estado en la de Buenos Aires, en Tucumán, en Córdoba, en San Juan, son todas provincias con dificultades como la falta de recursos hídricos. Más allá de que el país tiene la suerte de tener posibilidades, también tiene inconvenientes para ser solucionados.
– ¿Cómo se aplica la tecnología de Israel?
– Se hizo mucho hincapié en la tecnología de riego, reservorios para guardar las aguas para que en época de falta de lluvia esas aguas se utilicen, el reciclaje de las aguas, todo se cuida y se guarda. Hay mucha tecnología para aplicar. Porque, por ejemplo, cuando no hay lluvia hay sequía, y cuando llueve nos inundamos. No debiera ser así. En Israel todo esto está previsto y todo está estudiando. Todo parte de una política de Estado para darle prioridad y valor a la tierra. Por eso, para el pueblo judío, la significación que tiene el árbol es muy importante. El árbol es vida, es lo que da la naturaleza, y que el hombre debe cuidar.
– ¿Cuál es la importancia de plantar?
– Hay que tener en cuenta que Israel está geográficamente ubicada en una zona donde dos tercios del país es desértico. Entonces tuvo que tener mucha creatividad para poder plantar, para poder hacer de un desierto un páramo. Hubo que trabajar mucho la tierra. Los pioneros que han ido a poblar Israel han trabajado muchísimo para poder llegar a lo que Israel es hoy. Y en esto han descubierto tecnologías aplicadas en beneficio de la tierra, anterior a la creación del Estado. Fue la cultura del esfuerzo, del trabajo y del sacrifico, la que posibilitó que el Estado de Israel llegara a ser lo que es hoy. No existe otra realidad que no sea esa.
– ¿De qué se trata el programa del árbol como souvenir que impulsa KKL?
– Cuidamos y defendemos siempre a la naturaleza, al árbol en sí mismo. Creo que no hay cosa más linda que poder regalar un árbol, porque es también regalar vida, es lo que puede preservar el medioambiente. Por eso insistimos en este proyecto de que la gente regale árboles. Cualquier persona puede regalar un árbol, un árbol que a su vez irá conformando bosques. A quién lo adquiere, o al destinatario, se le da un certificado de la adquisición de ese árbol que se traducirá en un bosque.
– ¿Qué reflexión tiene sobre el avance tecnológico y agropecuario de Israel?
– Insistimos en los aspectos educativos. Esto es algo que tenemos que transmitir como un legado importante a nuestros hijos y a nuestro pueblo. Hay que ser respetuosos de lo que significa preservar el futuro.
Más información: www.kklweb.org