DEF viajó a San Luis para poder ser parte de la emblemática ceremonia de “Vuelo Solo”. ¿Por qué este momento marca un antes y un después en la carrera de los aviadores de caza? Por Patricia Fernández Mainardi

En Villa Reynolds, provincia de San Luis, se encuentra la Vta Brigada de la Fuerza Aérea Argentina (FAA). Allí se trasladó DEF para poder presenciar la ceremonia de “Vuelo Solo” de los nuevos pilotos de A-4AR Fightinghawk.

Para esta unidad aérea, se trata de un momento trascendental, pues con el acto reciben a quienes serán los nuevos “halcones”, como se conoce a quienes manejan estas aeronaves. Por eso, al acto no solo asistieron las más altas autoridades de la Fuerza Aérea, sino también Veteranos de Guerra de Malvinas y otros pilotos militares cuyas carreras fueron marcadas por su paso por esta Brigada. 

El emblemático avión de caza fue recuperado por la Fuerza Aérea Argentina. (Foto: Fernando Calzada)

NUEVOS HALCONES: “VUELEN MÁS ALTO, MÁS RÁPIDO Y MÁS LEJOS”

El primer teniente Maximiliano Borda y teniente Nicolás Pillet fueron los protagonistas del acto, pues antes no solo lograron atravesar las exigentes etapas del denominado “Curso Básico Operacional”, sino que también pudieron pilotear a los emblemáticos A4 sin el apoyo de sus instructores. 

La cita fue en el Grupo 5 de Caza, dentro de las instalaciones de la Vta Brigada Aérea de Villa Reynolds. Allí, la Fuerza homenajeó a los nuevos custodios del cielo argentino. 

“Lo que experimenta un aviador al sentarse, atarse al asiento eyectable y cerrar la cúpula, pasando a formar un todo con el A4, son sensaciones únicas que hoy dos nuevos halcones van a poder experimentar”, dijo durante el acto el vicecomodoro Mariano Triulzi, jefe del Grupo 5 de Caza, al referirse a este momento trascendental en la carrera de un aviador militar. 

Asimismo, instó a los nuevos pilotos del caza bombardero a recordar, en situaciones adversas, el significado del lema del escudo que llevan en sus uniformes: “Hacia las estrellas, mediante el sacrificio”. El oficial, al cerrar sus palabras, fue contundente: “Vuelen más alto, más rápido y más lejos”. 

El titular de la FAA, brigadier general Xavier Isaac, coloca el simbólico pañuelo que identifica a los pilotos de los A4. (Foto: Fernando Calzada)

SÍMBOLOS ASPIRACIONALES EN EL MUNDO AERONÁUTICO

Finalmente, hubo un momento al que ninguno de los presentes pudo ser indiferente. Absolutamente todos los pilotos militares allí presentes, desde el Jefe de la Fuerza Aérea, brigadier general Xavier Isaac, hasta el aviador más moderno, gritaron al unísono: “No hay quien pueda”. Este lema es uno de los tantos elementos que caracteriza a los pilotos de caza de la Fuerza. Pero también hay otros. 

Durante la ceremonia, los pilotos Borda y Pillet recibieron los escudos y pañuelos amarillos que identifican a los Halcones. Además, firmaron con sus nombres el reconocido “Libro de Oro”. De esta manera, se convirtieron oficialmente en dos miembros más de una aptitud a la que muchos quieren acceder, pocos pueden lograrlo y, quienes lo hacen, saben que, si las circunstancias lo demandan, tienen que estar a la altura de la difícil misión de dar la vida en defensa de la soberanía de nuestro país. 

Autoridades castrenses y Veteranos de Guerra de Malvinas se trasladaron a Villa Reynolds para participar de la ceremonia. (Foto: Fernando Calzada)

Un dato: recibir el escudo y el pañuelo que identifica a los pilotos de los distintos sistemas de armas de la Fuerza representa la finalización de una etapa caracterizada por el sacrificio y el estudio. Este momento, si bien es coronado con el manejo de la máquina, es reconocido por la Fuerza con la entrega de estos elementos. 

Lo que hoy es una tradición, antes fue una necesidad: los precursores de la aviación de combate solían ajustar con fuerza un pañuelo en el cuello antes de salir a cumplir sus misiones. Por entonces, el pedazo de tela debía impedir que la sangre descendiera de la cabeza a los pies para evitar la pérdida de visión.

SER PILOTO DE CAZA, UNA APTITUD DIFÍCIL DE ALCANZAR

“Por primera vez volamos el avión monoplaza, es un momento trascendental para nosotros”, reconoció el primer teniente Borda en diálogo con DEF. Para llegar a esta instancia, el esperado “vuelo solo”, el joven piloto debió cursar los cuatro años de la Escuela de Aviación de la Fuerza. 

Luego, realizó el curso de Piloto de Combate y, con esa instancia aprobada, posteriormente fue destinado a una unidad de caza para poder realizar la especialización en el sistema A4-AR. “La sensación de volar un avión de caza es indescriptible. Existe una conexión: el avión y el piloto son una sola cosa”, afirmó, no sin antes aclarar que con esta aeronave pueden volar a 950 km por hora. 

“Estamos capacitados para, cuando el clarín suene, subir a nuestra aeronave y dar la vida, si es necesario, para defender nuestra soberanía. Para eso estamos en la Fuerza Aérea Argentina”, concluyó. 

“Estamos capacitados para, cuando el clarín suene, subir a nuestra aeronave y dar la vida, si es necesario, para defender nuestra soberanía”, afirmó el primer teniente Maximiliano Borda, a la izquierda en la imagen. (Foto: Fernando Calzada)

RECUPERACIÓN DE LOS A4

Las aeronaves que volarán los dos nuevos halcones fueron recuperadas a partir de una iniciativa de la Fuerza Aérea. Para concretar el proyecto, la FAA concentró todos sus esfuerzos en sus unidades de San Luis y Córdoba. 

Básicamente, la intención de la institución fue poner en vuelo la mayor cantidad de A4. Para ello, se buscó consolidar la cadena logística de este sistema de armas. Además, en Villa Reynolds, se armaron los talleres necesarios para poder realizar allí el mantenimiento intermedio del Fightinghawk. Un detalle, no menor en este programa, es que la Fuerza logró contar con proveedores con capacidad de dar soporte logístico y disponer de los repuestos necesarios para la recuperación de las aeronaves. 

El año pasado, DEF visitó las instalaciones donde se recupera esta capacidad. Además de recorrer los talleres, dialogamos con los actores involucrados. Uno de ellos fue el comodoro Carlos Pesante, jefe de la IVta Brigada. En aquella oportunidad, el oficial de la FAA detalló que, tras recibir la impronta del titular de la Fuerza, su Brigada apoyó el lineamiento: “Estamos recuperando capacidades que nos permiten ser autónomos y no depender de un país extranjero para poder solucionar un problema. Vamos mejorando para tener más aeronaves en la línea”.