DEF dialogó con una experta sobre los factores que contribuyen a la propagación del fuego en los focos del Delta y del resto del país. Por Patricia Fernández Mainardi
A principios de marzo, la bióloga e investigadora del CONICET Natalia Morandeira armó los bolsos para emprender su destino rumbo a los humedales. Sin embargo, y aunque nunca imaginó que la pandemia y la cuarentena no le permitirían viajar para hacer el trabajo de campo, nada la detiene y continúa investigando a distancia.
“En lo que va del año se registraron casi 25 mil focos de incendios”, dice Morandeira y agrega que con su grupo de investigación trabaja sobre distintos humedales, sobre todo a partir de imágenes satelitales. “En principio, tenemos pensado hacer un relevamiento con esta técnica, para ver qué áreas fueron quemadas y qué vegetación fue la más afectada”, afirmó durante el dialogo con DEF en el que habló sobre el impacto del fuego y los factores que contribuyen a que este año se convierta en un verdadero desafío en materia medioambiental.
-En este momento, Argentina arde. ¿Por qué hay tantos focos?
-Si bien yo trabajo específicamente en el Delta del Paraná, la cuestión de los incendios allí, y en toda la planicie de inundación, tienen que ver con que nos encontramos en un año extremadamente seco, con pocas lluvias y con una bajante muy extrema del río Paraná, de la cual hay registros semejantes recién en 1971. A eso se suma que, encima, se registró un otoño cálido. Estas condiciones climáticas también son comunes al continente. Debido a esto, la cantidad de combustible en el suelo lleva a que, cuando el fuego se inicia, ya sea intencional o accidentalmente, se propague rápido.
-¿El calentamiento global tiene que ver con este fenómeno?
-El calentamiento global -en base a lo que se conoce para la zona- causa eventos extremos: años muy secos y años muy húmedos. Incluso el 2019 fue un año húmedo, con el nivel del rio relativamente alto. Me parece que lo que no hay que esperar es que, de acá en adelante, el río se mantenga bajo con estos niveles de sequía. En algunos medios internacionales se decía que el río Paraná seco sería una condición permanente. Eso no es así, lo más probable es que en los próximos años tengamos alguna inundación o evento normal. El río es muy variable de por sí.
-Más allá de las condiciones climáticas, ¿qué explicación tienen los incendios?
-Las tormentas eléctricas suelen provocar algunos focos. Es probable que algunos de los primeros hayan sido causados por el ser humano, no sé si intencionalmente o por algún descuido. La justicia va a ser la que determine si hay culpables o damnificados. Si, es verdad que el fuego se usa en el Delta como una práctica ganadera, pero eso no quiere decir que todos los que se dedican a esta actividad estén quemando intencionalmente, muchos son perjudicados directos.

-Para muchos expertos, la ganadería y los proyectos inmobiliarios son los culpables de haber generado las condiciones para este momento.
-En la isla se hace ganadería con mayor intensidad. Desde hace dos décadas se empezó a hacer agricultura en las zonas más altas, por lo que la ganadería pasa a áreas menos aptas como lo son las islas.
En el Delta, hay falta de control en general. En otro momento, quizá levantaban terraplenes para hacer ganadería o un loteo. Eso se hace sin ninguna evaluación de impacto ambiental y, una vez hechos, surgen las denuncias. También se suelen construir canales y modifican el curso de ríos o provocan inundaciones. Se necesita un ordenamiento territorial.
-Vos que conoces la zona, debe haber comunidades bastante perjudicadas…
-Es terrible para las familias isleñas. Si bien hay brigadistas, muchas debieron luchar contra el fuego solas. De hecho, el factor de la sequía también influye porque en momentos normalmente húmedos los ríos pueden actuar como cortafuegos, frenando la expansión del incendio. Hay ríos y riachos secos, de hecho, los isleños contaban cómo saltaban las chispas de un lado a otro de ríos con varios metros de ancho. También están los fondos de las lagunas que, por lo general, están cubiertos de agua, con raíces y materia orgánica acumulada que ayuda a propagar el fuego.
-¿Tenemos que esperar más focos?
-Los isleños dicen que cuando ya pasó el fuego, y ya no hay más material combustible, entonces se propagaría hacia otras zonas. Hay que ver dónde se iniciaron los primeros focos y dónde los nuevos; si estos puntos están cercanos, podemos decir que se propagaron.
-¿Hay soluciones a esta problemática?
-En el Delta hay 3 provincias involucradas: Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos. Creo que faltó formar una mesa de trabajo en la emergencia entre todas las jurisdicciones. Eso después lo ordenó la Corte Suprema de Justicia de la Nación, hace relativamente poco.
Ahora, hay que proteger a las poblaciones locales: hacer un censo y asistirlos. Una vez que haya pasado el fuego, evaluar si perdieron animales, viviendas, efectos personales, y cuidar su salud. No es solo el ganado para el que trabaja de eso, el año venía siendo tan seco que los que viven de la pesca no tenían medios suficientes ya que los peces dependen de las zonas inundadas del humedal. Creo que hay una necesidad de asistencia social.
LEA MAS
Alerta incendios: ¿por qué Argentina necesita una ley de humedales?
Científicos argentinos desarrollan un spray contra el COVID-19