Presidente de la Fundación Argentina de Videojuegos (FUNDAV) y productor en Inca Games. Es diseñador de videojuegos, consultor, escritor y cofundador de revista Loaded. Se desempeñó como ensayista en varios medios. También dicta clases de diseño. Facundo Mounes nos recomienda sus cinco libros. 

  1. Rise of The Videogame Zinesters (2012) – Anna Anthropy

Anna es una prolífica autora, ensayista y académica de videojuegos. Una de sus banderas es que cualquier persona, sin importar su trasfondo educativo, tiene derecho a hacer videojuegos. Zinester viene de “zine”, y se refiere a aquellas personas que editan sus propios contenidos (un ejemplo local son los fanzines). En este libro, se hace un recorrido de por qué y cómo el medio necesita de ellos para crecer.

2. Apocalípticos e integrados (1964) – Umberto Eco

La misma discusión que plantea Anthropy en su libro tiene una arista en una de las obras más representativas de Eco. Entre la división que generan las diferentes corrientes de pensamiento de desarrollo de videojuegos y mi fascinación por la semiótica, cada releída me coloca en un marco de pensamiento nuevo. Un libro que no para de darme sorpresas por lo contemporánea que es su visión.

3. Bestiario (1951) – Julio Cortázar

Me da vergüenza en esta lista un libro tan obvio, pero es una obra que me ha dejado una marca tal que todavía siento los pelos subiendo por la garganta. A los diez años, me enseñó que existe la posibilidad de contagiar sensaciones simplemente a través de la palabra escrita, algo que me acompaña a la hora de diseñar juegos. Hay otras obras de Cortázar que quizás me gustaron más, pero ninguna como Bestiario me dio una impresión semejante.

4. Entender el comic (2016) – Scott McCloud

Al igual que la palabra escrita, el lenguaje visual, en todos sus aspectos, influye en el diseño de juegos. McCloud desarrolla, en una obra seminal, el lenguaje del cómic, una tesis narrada de manera amigable, y logra exponer, con sencillez y eficacia, teorías que, por su simpleza y eficacia, debería aprender cualquier académico. De esta obra, uno sale cambiado: no solo se aprende a entender el cómic como medio de comunicación, sino también todas las maneras invisibles en las que él mismo ejerce influencia en la cultura y la sociedad en general.

5. Hotel LaChapelle (1999) – David LaChapelle

Si se me permite hacer trampa, Hotel LaChapelle no contiene casi palabras, sino una compilación de las obras de David LaChapelle, mi fotógrafo favorito. Como la fotografía es mi segunda pasión, en este libro, me permito hacer el pasaje completo al más puro lenguaje visual, algo que me completa, ya que la palabra sola, a veces, no me alcanza. LaChapelle es un artista tan influyente de la cultura pop –la cultura que más me identifica– que no puedo dejar de volver a leer estas páginas para revitalizarme creativamente.