Doctorado en Ciencia Política en la Universidad de Notre Dame y dedicado al estudio de los estados subnacionales, Carlos Gervasoni desarrolló indicadores para medir el nivel de democratización de las provincias argentinas.

-¿Cómo te interesaste en estos temas?

-La cuestión original vino de saber que tanto Menem como Kirchner habían llegado al poder desde la plataforma de lanzamiento de una gobernación. Siempre los gobernadores tienen más chances de llegar a la presidencia, pero estos llegaban desde provincias que, hasta donde uno sabía, tenían muy poca democracia interna. Fui normativamente muy crítico de sus gestiones. Una hipótesis, es que quizá son políticos que se socializan políticamente gobernando provincias poco democráticas y cuando llegan al nivel nacional intentan gobernar de la misma manera. Entonces me propuse medir si Santa Cruz y La Rioja son provincias menos democráticas y luego explicar por qué. Además, estas provincias tienen más o menos el 1,3% de la población: si cualquiera de nosotros hubiese estado en 1983 y nos preguntaban quién creíamos que iba a dominar la política argentina en los siguientes diez años, hubiésemos contestado que el gobernador de Córdoba o de Buenos Aires, y no fue así. ¿Fue casualidad o el hecho de que ellos gobiernen provincias donde la competencia política está muy restringida les permite olvidarse del problema de gobernar la provincia para hacer política nacional?

-Cuando vos medís la democratización, ¿qué estás midiendo? ¿No es un análisis de calidad institucional?

-No, no lo es. Uno podría imaginarse un autoritarismo con buena calidad institucional, como Corea del Sur, que ahora es una democracia, pero fue un país que tenía buena calidad institucional con un general a cargo. También hay democracias con baja calidad institucional, como Honduras. Lo que se mide es en qué grado existen las dos cosas centrales que definen la democracia: que haya competencia electoral real y justa para elegir quién gobierna y que el poder sea ejercido en forma limitada.

-¿Cómo se mide esto?

-Hay un índice, el objetivo, que releva en qué medida en la provincia se da una situación de enorme hegemonía política y electoral del oficialismo. En cada elección de gobernador se mira qué porcentaje de votos saca el gobernador: a veces obtienen porcentajes a los que uno está acostumbrado a nivel nacional, como un 40, 30 o 50 por ciento, pero en otros sacan 70, 80 o 90 puntos. También se observa en qué medidas se logran las mayorías legislativas. Es difícil llamar democrático a un régimen en el que 23 de 24 escaños son del mismo partido, como en La Rioja o San Luis. Otro indicador evalúa si hay rotación o no en el poder de la persona del gobernador. Borges decía que la democracia es un sistema en el que los oficialismos pierden elecciones. En Formosa el oficialismo siempre gana por goleada, ¿eso es porque la gente está contenta o porque tienen mecanismos que aseguran las elecciones?

El último indicador es la reelección. En 1983 ninguna de las provincias argentinas permitía la reelección. Hoy algunas cambiaron esa regla y tienen reelección indefinida, como ocurre en San Luis, Santa Cruz, Formosa, etc. Esos 5 indicadores combinados generan el índice de democracia subnacional que se calcula para cada provincia en las elecciones de gobernador.

-¿En qué consiste la evaluación subjetiva?

-Es una encuesta a un promedio de siete expertos en política provincial que viven en el distrito. Son politólogos, académicos, sociólogos y periodistas. A cada uno le pedimos una evaluación de las elecciones, que marquen en qué medida hay pluralismo en los medios, en qué medida hay represión de la oposición y otros factores que uno asocia con derechos democráticos. Después sacamos el promedio de las respuestas. De cada provincia se generan alrededor de 100 variables que yo combino y transformo en 18 dimensiones de la democracia como “libertad de prensa”, “libertad de expresión”, “pesos y contrapesos”, entre otros. Cada provincia tiene una nota promedio de acuerdo a la opinión de los 7 expertos.

-¿Hay correlación entre el índice objetivo y el subjetivo?

-Las correlaciones son siempre positivas. O sea, básicamente, todo esto se mide con un tipo de error. Lo bueno es que para poner los extremos, la ciudad de Buenos Aires y Mendoza aparecen en general bien con cualquiera de los índices y, por el contrario, Formosa y San Luis aparecen muy mal en ambos.