A tres años de su creación, el Sistema Argentino de Televisión Digital Terrestre (SATVD-T) se encuentra en pleno proceso de expansión. Con un fuerte impulso estatal, el foco está puesto en facilitar el acceso de sectores sociales vulnerables y lograr una federalización de los contenidos audiovisuales.

En agosto de 2009 nuestro país dio el primer paso para ingresar en una nueva era de los medios de comunicación audiovisuales. A través del Decreto 1148/2009, el Poder Ejecutivo creó el Sistema Argentino de Televisión Digital Terrestre (SATVD-T) y optó, para su implementación, por el estándar japonés ISDB-T (Integrated Services Digital Broadcasting – Terrestrial). La premisa del Gobierno, al seleccionar esa norma, fue favorecer el acceso al servicio de “todos los televidentes en forma libre y gratuita”, ya fuera “con receptores fijos o móviles”. En ese sentido, el Gobierno se apoyó en la evaluación realizada por el Centro de Investigación y Transferencia en Telecomunicaciones (CITTel) de la Universidad Nacional de San Martín (UNSaM), que determinó que ISDB-T era el estándar más adecuado.

Robustez tecnológica

Consultado por DEF, el ingeniero Luis Valle, director del Posgrado en TV Digital de la Universidad de Palermo, se mostró de acuerdo con la decisión adoptada por el Gobierno al poner en marcha el sistema. Analizando las ventajas del ISDB-T por sobre el estadounidense ATSC (Advanced Television Systems Committee) y el europeo DVB-T (Digital Video Broadcasting – Terrestrial), el especialista enfatizó que el estándar japonés es el más robusto de los tres. Por su parte, el coordinador general del Consejo Asesor del SATVD-T, Osvaldo Nemirovsci, señaló que la norma elegida favorece el despliegue pretendido por el Gobierno y permite la “gratuidad en la utilización de las terminales con telefonía móvil, un dato central en pos de democratizar la televisión abierta”.

Argentina no quiso quedar sola en este juego. “En la decisión de la Presidenta de optar por el ISDB-T pesó mucho el hecho de que no tuviéramos una norma diferente a la de Brasil, nuestro principal socio del Mercosur”, admitió Nemirovsci, quien recordó que nuestro vecino había elegido ese estándar en junio de 2006 y posteriormente se sumaron otros países de la región, como Chile, Perú, Costa Rica, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Venezuela y Uruguay. “Esta coincidencia nos garantiza un intercambio amigable de tecnología y la posibilidad de exportar contenidos”, remarcó el funcionario. “Hemos generado, en apenas dos años, la posibilidad de exportar recursos no convencionales, como conversores (set top boxes) fabricados en Tierra del Fuego, en San Luis y en la provincia de Buenos Aires; y transmisores fabricados en Córdoba”, ejemplificó. El primer destino fue Venezuela, que adquirió trece estaciones de transmisión de televisión digital y 300.000 conversores argentinos.

Despliegue territorial

La Plataforma Nacional de Televisión Digital Terrestre está a cargo de la empresa estatal AR-SAT y la construcción de las estaciones transmisoras corre por cuenta de INVAP. En abril de 2010 se produjo el primer hito, al inaugurarse la primera planta transmisora de televisión digital -donada por el gobierno japonés- en la sede del Ministerio de Desarrollo Social. Desde entonces han sido instaladas 53 estaciones y el Gobierno espera llegar a fin de año con no menos de 80 en funcionamiento, a las que se sumarán otras 100 en 2013. Se estima que actualmente unos tres millones de argentinos utilizan el servicio de la Televisión Digital Abierta (TDA).

“Estamos llegando, en forma gratuita, a lugares donde hoy no llega la televisión analógica o lo hace con interferencias”, destacó Nemirovsci, quien consideró que era necesario terminar con la “antipática distinción” entre quien puede pagar un cable y quien no tiene el dinero para acceder a ese servicio. El funcionario afirmó que se trata de “una ampliación de derechos en función de la información y del entretenimiento”. Por el momento, las señales que ofrece la TDA son entre 16 y 28, de acuerdo a la zona de cobertura, con un predominio de los medios públicos, a los que se les asignó la utilización de los canales 22, 23, 24 y 25 de la banda UHF.

Inclusión digital

Una de las mayores preocupaciones del Gobierno, indicó Nemirovsci, fue evitar que “la principal innovación tecnológica en el mayor medio de comunicación del país significara una ampliación de la brecha digital”. Por eso, el Consejo Asesor del SATVD-T reglamentó, en abril de 2010, el Plan de Acceso “Mi TV Digital”, dirigido a grupos sociales con riesgos de verse excluidos del proceso de transición hacia la televisión digital. Se apuntó, específicamente, a los jubilados y pensionados con haberes mínimos, a los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y otros programas sociales, y a quienes reciben pensiones no contributivas. El mecanismo es muy sencillo: los interesados se anotan, llenan un formulario, la información es cotejada con la base de datos de la ANSES y, una vez confirmada, se les envía a su domicilio a través del Correo Argentino el equipo receptor de TV digital.

A partir de un llamado a concurso, en 2010 el Estado adquirió 1,2 millones de decodificadores –set top boxes-, que comenzó a distribuir en el marco del Plan “Mi TV Digital”. INVAP actuó como ente calificador y, de las seis empresas participantes, se determinó la adjudicación de esa primera compra de set top boxes a la puntana Coradir (600.000), al consorcio New Tronic (330.000) y a la UTE, integrada por Microtrol, Zoitron, TRB e Inarci (270.000). Nemirovsci confirmó que ya han sido entregados, en comodato y en forma gratuita, 1.070.000 equipos y se están por adquirir otros 650.000 para una segunda etapa de este programa de inclusión digital.

¿Desinterés del sector privado?

“Lo que va un poco atrasado es la incorporación de teledifusores privados”, apuntó Luis Valle. Los canales abiertos de mayor rating, Canal 13 y Telefé, forman parte de dos holdings de medios que apadrinaron sin éxito la adopción de los dos estándares finalmente desechados por la Argentina: el Grupo Clarín venía fogoneando desde fines de la década del 90 la adopción del ATSC, en tanto que el Grupo Telefónica auspiciaba la norma europea DVB-T. “A ninguno de los dos les interesó la televisión digital porque el Trece ya tiene el cable (Cablevisión) y Telefé (Telefónica) quería el IPTV (Internet Protocol Television) para dar televisión por el par telefónico”, explicó el director del Posgrado en TV Digital de la Universidad de Palermo.

Sin embargo, cumpliendo con lo establecido por la ley, los licenciatarios privados de televisión abierta fueron invitados a incorporarse a la grilla de la TDA. Así, por ejemplo, en el área metropolitana, Canal 13, Telefé, Canal 9 y América están emitiendo, respectivamente, en los canales 33, 34, 35 y 36 de la banda UHF, que les asignó la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA). También por invitación están presentes C5N, Canal 26, CN23 y 360 TV. Para la incorporación de otras señales privadas locales, habrá que esperar un nuevo llamado a concurso luego de que en julio pasado se dejara sin efecto la convocatoria que había hecho la AFSCA en 2011 para la adjudicación de 110 licencias a privados y 110 a asociaciones sin fines de lucro.

“El Estado tenía que tomar a su cargo el proceso, si no queríamos que la televisión abierta quedara obsoleta”, reconoció Luis Valle, quien sostuvo, sin embargo, que “no se puede despreciar el aporte que puedan hacer los privados, ya que en cuanto el Gobierno abrió un poco el grifo se demostró que había interés”. Ese será el mayor desafío para la próxima etapa de la TDA, que ya ha comenzado a revolucionar el modo de ver televisión en Argentina.