El premier Hamadi Jebali dimitió este martes 19 de febrero, después de fracasar en su intento por poner fin a la crisis política del país formando un gobierno de tecnócratas.
“Prometí que si mi propuesta no tenía éxito, dimitiría (…) Y lo he hecho”, dijo Jebali en una rueda de prensa después de reunirse con el presidente Moncef Marzouki. Jebali había propuesto un gobierno de tecnócratas apolíticos para sofocar los disturbios causados por el asesinato de un político de la oposición laica Chokri Belaid el 6 de febrero.
La muerte de Belaid desencadenó multitudinarias protestas dirigidas en parte a la formación islamista moderada Ennahda, a la que pertenece Jebali. Nadie reclamó la autoría del asesinato, pero amplió las dudas de los laicos que creen que el gobierno de Jebali no ha logrado lidiar con la firmeza necesaria con los extremistas religiosos que amenazan la estabilidad del país. La crisis ha interrumpido los esfuerzos por revitalizar una economía golpeada por el caos que siguió al derrocamiento del veterano dictador Zine al-Abidine Ben Ali en 2011.
Jebali propuso formar un gobierno de tecnócratas apolíticos para restaurar la calma y llevar a Túnez a unas elecciones, pero no consultó ni a su propio partido ni a los socios de la oposición laica. Amenazó con dimitir si su propuesta fracasaba. Pero su partido echó por tierra el plan rechazando la idea del ejecutivo tecnócrata.
Al anunciar su dimisión, Jebali dijo que no lideraría otro gobierno sin garantías en el momento en que se celebren nuevas elecciones y una nueva Constitución.
Fuente: Reuters