De visita oficial en Israel, el presidente de EE.UU. dio nuevas garantías al gobierno de Netanyahu respecto a la firme postura de Washington frente a Siria e Irán.
Durante la primera visita de su segundo mandato al Estado de Israel, y en un intento por mejorar su imagen entre los israelíes, Barack Obama expresó su escepticismo respecto a que los rebeldes sirios hayan lanzado armas químicas y dijo que el presidente sirio, Bashar al-Assad, tendrá que afrontar las consecuencias en caso de que fuerzas hayan empleado este tipo de arsenal.
“Hemos dejado muy en claro que el uso de armas químicas en contra el pueblo sirio sería un grave y trágico error”, declaró Obama en una conferencia de prensa en Jerusalén junto a Netanyahu. “El régimen de Assad debería entender que serán responsabilizados por el uso de armas químicas o por su transferencia a terroristas”, aseveró.
Respecto del programa nuclear iraní, Obama aseguró que “todas las opciones están sobre la mesa”, aunque aclaró que las negociaciones siguen siendo la prioridad. Ha pedido a Irán que “aproveche la oportunidad” de la diplomacia, pese a que su comportamiento durante estos últimos años no invita a la “confianza”.
Por su parte, el premier israelí Benjamín Netanyahu ha agradecido a Obama su apoyo “inequívoco” al derecho de Israel a “defenderse ante cualquier amenaza”. Y ha parafraseado a Obama al ensalzar la “irrompible alianza entre nuestra dos naciones” que es “más necesaria que nunca” en un Oriente Medio “inestable” como “clave para conseguir una paz segura y estable”.