El embajador Chris Stevens y otros tres estadounidenses murieron en la madrugada de este miércoles 12 de septiembre durante un ataque al Consulado de EE.UU. en Libia.
El viceministro del Interior de Libia, Wanis al Sharf, acusó a “delincuentes y a simpatizantes del antiguo régimen del coronel Muamar Gadafi” de estar implicados en el asalto, que comenzó tras una protesta frente a la sede del consulado por un vídeo realizado en EE.UU. y que supuestamente ofendía a Mahoma. Según Al Sharf, los agentes de seguridad del consulado fueron los primeros en disparar contra los manifestantes al creer que se trataba de un ataque.
“Los agentes de seguridad del consulado creyeron que se trataba de un ataque y dispararon sobre los manifestantes, lo que agravó la situación”, indicó Al Sharf desde Bengasi, principal ciudad del este de Libia. Según el representante ministerial, entre los cientos de personas que participaron en la protesta “había delincuentes y criminales de toda condición” que irrumpieron en el edificio, lo saquearon y lo incendiaron.
“Uno de los agentes del consulado murió al comienzo del asalto y el embajador murió por asfixia como consecuencia del humo”, manifestó Al Sharf quien agregó que Stevens fue evacuado al hospital donde falleció. A las 05.00 de la mañana hora local (03.00 GMT) un “comando” de fuerzas especiales estadounidenses llegó a Bengasi proveniente de Trípoli para evacuar a los muertos y a los 32 funcionarios, que se encontraban refugiados en un edificio cercano al consulado y protegido por fuerzas de seguridad libias.