El gobierno del premier Enrico Letta ha obtenido la confianza del Senado, con 235 votos a favor y 70 en contra.
Enrico Letta ha conseguido un espaldarazo extraordinario a su proyecto, con 235 votos a favor de los 315 senadores, mayor que el que tuvo en su investidura hace cinco meses. De momento, tiene crédito suficiente para implentar su programa de reformas, algo que la Bolsa de Milán ha recibido con una subida del 1,27 %.
El abismo lo alejaba Berlusconi tras una jornada agónica, en la que Il Cavaliere ha cambiado hasta tres veces de opinión. Nada más llegar al Senado todavía se mostrata retador: “No voy a morir aunque quieran asesinarme”, ha declarado, aunque concedía el beneficio de la duda al Gobierno. “Escucharemos a Letta y luego decidiremos”, decía.
Luego, fuentes de su partido aseguraron que había pedido el no al voto de confianza, para después tomar el micrófono y sorprender a todos. “Italia necesita reformas y hemos decidido apoyar al Gobierno”, ha dicho no muy alto Berlusconi en la Cámara. Ha justificado su cambio de postura en el compromiso del Gobierno con la contención fiscal y la reducción de los impuestos sobre el trabajo.
El giro de Berlusconi se producía a última hora y después de haber llevado a Italia al borde del precipio, por enésima vez, al pedir la dimisión de los cinco ministros del Pueblo de la Libertad (PDL) y abogar por elecciones anticipadas. Era su última maniobra para tratar de evitar que el Senado le inhabilite políticamente y lo deje a merced de la justicia, que le ha condenado por fraude.
Sin embargo, las divisiones en el PDL le han forzado cambiar el sentido de su voto. Sobre todo, la “traición” de su número dos en el PDL, Angelino Alfano, viceprimer ministro y titular de la cartera de Interior en el gobierno Letta. Ahora habrá que esperar si el órdago de Berlusconi ha ido demasiado lejos y ha dañado de forma irremediable al centro derecha. Según informaciones de la prensa italiana, hay al menos 23 senadores dispuestos a escindirse del grupo parlamentario del PDL para formar una nueva mayoría.
Letta, que celebró con risas el giro de Berlusconi, ha asegurado esta mañana que su Gobierno “dejará atrás la recesión”, el PIB crecerá “un punto en 2014” e Italia volverá al camino del “crecimiento y el trabajo”. En su discurso previo a la moción de confianza, Letta ha pedido más tiempo para poder afrontar la crisis económica y social y ha advertido del “caos” que hubiera provocado una nueva crisis de Gobierno.
El país se encuentra “extenuado por los conflictos de una política reducida a continuos cañoneos pero inmóvil y cerrada en sí misma”, ha dicho, al tiempo que ha defendido la acción en estos cinco meses de su Gobierno, que ha trabajado “sólo por el interés de los italianos”.
“Los italianos nos gritan que no pueden más de las escenas de sangre y arena”, ha agregado durante su intervención, en la que fue aplaudido en varias ocasiones en una sesión en la que se vivieron varias interrupciones, como la que ha protagonizado uno de los senadores del partido de Berlusconi, Domenico Scilipoti, que le valió la reprimenda del presidente del hemiciclo, el exmagistrado Piero Grasso.
“Una crisis ahora significaría posponer las medidas a favor de los desempleados, de los jóvenes, y volvernos a sentar en el banquillo de los imputados en Europa y en el mundo, que nos acusarían de nuevo de ser incorregibles y de no aprender de nuestros errores”, ha lamentado Letta.
Fuente: Rtve.es