Nacido en Pisa y especialista en Derecho Comunitario, a los 46 años, es el tercer primer ministro más joven de la historia republicana italiana.
Enrico Letta asume como nuevo jefe de gobierno de Italia, en uno de los momentos más duros de los últimos veinte años, solo parangonable con la crisis que desató en 1993 la Operación “Manos Limpias”, que terminó por sepultar a la “Primera República”. El premier nació en Pisa el 20 de agosto de 1966. Militante de la Democracia Cristiana (DC) desde su juventud, Letta se integró al Partido Popular Italiano (PPI), fuerza que sucedió a la DC tras su desintegración en medio del escándalo de “Tangentópolis” que involucró a los principales líderes de esta fuerza en la financiación ilegal de sus actividades políticas. Posteriormente confluyó en la Margarita, que se autodisolvió en 2007 para confluir en el Partido Democrático (PD)
Apenas cumplidos los 30 años, durante el primer gobierno de Romano Prodi (1996-1998), ingresó en la función pública como secretario general del Comité del Euro, dentro del Ministerio de Finanzas. Entre 1998 y 1999, durante la administración que condujo Massimo D’Alema, fue ministro de Políticas Comunitarias. El sucesor de D’Alema, Giuliano Amato, lo nombró ministro de Industria, cargo que conservó hasta 2001, cuando pasó a la oposición tras la victoria electoral de Silvio Berlusconi.
En 2004 fue elegido eurodiputado, en las listas de la coalición de centroizquierda “El Olivo”. Uno de sus principales mentores, Romano Prodi, lo convocó nuevamente como vicesecretario del Consejo de Ministros durante su segundo gobierno (2006-2008). Letta fue uno de los miembros fundadores del Partido Democrático (PD). En la primera elección abierta para elegir líder del PD, se ubica tercero, detrás de Walter Veltroni y de Rosy Bindi. En 2009 decidió apoyar la candidatura a secretario de esa fuerza política de Pier Luigi Bersani, a quien acompañó hasta hace pocos días cuando éste presentó su renuncia en medio de una fuerte crisis interna del partido.