El candidato del Partido Nacional, Juan Orlando Hernández, consiguió el 36.5%, mientras que su rival Xiomara Castro obtuvo el 28,8%.
La victoria de Hernández sella la continuidad de las políticas del saliente gobierno de Porfirio Lobo. Considerado por algunos como pragmático y por otros como autoritario, Hernández ganó la confianza de los hondureños con su promesa de hacer lo que sea necesario para devolver la paz al país. Propuso sacar a miles de militares a las calles de Honduras, que tiene la mayor tasa mundial de asesinatos y cuyos habitantes sufren extorsiones de pandillas y narcotraficantes.
“Vamos con todo con la policía militar para recuperar la paz y la tranquilidad de este país”, dijo el abogado, de 45 años, en un discurso ante sus seguidores el domingo tras los primeros resultados que lo daban como ganador. Hasta ahora el influyente político era el presidente del Congreso. Desde ese lugar sus contrincantes lo acusaban de haber impulsado la destitución de cuatro jueces de la Corte Suprema que declararon inconstitucionales dos iniciativas suyas. Pero también creó una fuerza militarizada para contener el crimen en la nación, donde 20 personas mueren cada día por la violencia y cada vez es más frecuente hallar cuerpos desmembrados a la usanza de los cárteles mexicanos de la droga.
También propone depurar los cuerpos policiales que han sido corrompidos por los criminales, en un país donde las instituciones no son aún muy sólidas y donde hace unos cuatro años Zelaya fue sacado del cargo a punta de pistola por militares respaldados por los partidos políticos tradicionales.
Fuente: Reuters