Luego de recorrer las zonas más calientes del NOA y del NEA, la periodista Lucía Salinas explica en su nuevo libro cómo viven las comunidades a uno y otro lado de la frontera, en un borroso equilibrio entre la legalidad y la ilegalidad.
Luego de más de un año y medio de investigación, Lucía Salinas acaba de lanzar su nuevo libro digital: “Fronteras”. La autora y su equipo de producción recorrieron Salvador Mazza, La Quiaca, Orán, Itatí y la Triple Frontera, entre otras zonas de confín entre nuestro país y sus vecinos Bolivia, Paraguay y Brasil.

Se trata, en rigor, de un producto periodístico en diferentes formatos: un e-book publicado por Leamos -el sello editorial de Infobae– y un documental que se puede ver online en Youtube.

ZONAS LIMÍTROFES, ACECHADAS POR EL CRIMEN Y UN ESTADO AUSENTE
“Las zonas limítrofes se convierten en puntos de interconexión donde el delito y las organizaciones criminales han encontrado un contexto favorable para consolidar importantes estructuras y donde el control estatal es completamente desafiado”, señaló.

“Me gusta pensar que Fronteras no tiene respuestas ni grandes certezas, pero sí abre muchos interrogantes y nos invita a pensar sobre una Argentina profunda que transcurre en los límites de nuestro territorio nacional”, afirmó su autora, durante la presentación que tuvo lugar en el espacio “I3” de Puerto Madero.
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SUPERVIVENCIA Y DELITO: AL BORDE DE LA LEY
Allí, ante la ausencia de fuentes de trabajo, “hay una economía de supervivencia que convive con el contrabando, con el narcotráfico y con una ausencia notoria y palpable del Estado”, subrayó Salinas. Como admitió uno de los ‘paseros’ que trasladan personas por vía fluvial a uno y otro lado de la frontera: “Todos sabemos que es ilegal lo que estamos haciendo, pero la necesidad es grande”.

Con respecto a las deudas del Estado, la autora lamentó: “Somos un país que va a cumplir 40 años ininterrumpidos de democracia y me surge, como interrogante, preguntarme qué pasó que un Estado ha llevado a un grupo importante de sus ciudadanos y ciudadanas a vivir al borde de la ley”.

“No creo que sea el problema de una gestión, sino que es un problema sistémico”, añadió Salinas, al ser consultada sobre las cuestiones vinculadas al delito en las fronteras. “Es una deuda de toda la dirigencia política”, enfatizó. “Así como la frontera es diversa en su geografía, lo que muchas veces determina también el tipo de delito que se comete, la respuesta tiene que ser múltiple y de distinto orden institucional”, sugirió.

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UNA CADENA DELICTIVA MUY COMPLEJA
Salinas ejemplificó: “Si nos ocupamos solo del eslabón intermedio -que es el ‘pasero’ o el ‘bagallero’ según la provincia en la que uno esté-, y no se llega a las grandes cabezas de las organizaciones criminales, el problema no se va a terminar”. Y añadió: “Esos eslabones débiles son absolutamente reemplazables en cuestión de minutos: al caer uno de ellos preso, va a haber otro que va a pasar a cubrir su tarea”.

En cuanto a la persecución de la narcocriminalidad, la autora de “Fronteras” destacó ciertos avances en las investigaciones conjuntas entre el Ministerio Público de la Argentina y sus pares de Paraguay y Brasil. “Así como el delito no distingue fronteras, el trabajo de investigación tampoco debe distinguir fronteras, a partir de los acuerdos de colaboración que existen y sin violar ninguna norma”, opinó.

LA NECESIDAD UNA POLÍTICA DE ESTADO
Presente en el evento del lanzamiento del libro, que ya tiene más de 9000 descargas online, el excamarista y ministro de Justicia de la Nación, León Arslanián, afirmó que Fronteras es un “documento criminológico”. Y sostuvo que, a partir de la visibilización de la compleja situación que se vive en esas zonas, el Estado debe ocuparse ahora del “diseño de una política criminal” que se haga cargo de su abordaje.Por último, la propia Lucía Salinas apuntó a la necesidad de una “política de Estado” que debe traducirse en “respaldo a las instituciones judiciales, a los Ministerios Públicos y a las fuerzas federales de seguridad que están presentes en el territorio, muchos de los cuales hacen bien su trabajo y pasan la vida amenazados, ellos y sus familias”.
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