El jefe del Ejército, general Abdel Fattah al-Sisi, anunció la destitución del presidente Mohamed Morsi, la suspensión de la Constitución y la formación de un gobierno provisional.
Al Sisi compareció junto a un grupo de personalidades políticas, sociales y religiosas, como el ex premio Nobel de la Paz Mohamed El Baradei, el jeque de la institución del Al Azhar (la más importante del islam suní), Ahmed Al Tayeb, y el papa copto Teodoro II. La actuación de la Fuerzas Armadas, que ha contado con el apoyo de un amplio sector de la población de Egipto, pone fin al mandato de Mursi, quien apenas llevaba un año en la presidencia del país árabe, y a quien los militares dieron un ultimátum de 48 horas, que expiraba hoy, para reconducir su política, que había generado un clima de fuerte división social.
Tras anunciar la suspensión temporal de la Constitución egipcia, Al Sisi manifestó que el presidente de la Corte Constitucional administrará la etapa interina y convocará elecciones presidenciales anticipadas, de acuerdo con lo establecido en la hoja de ruta acordada por el Ejército con las fuerzas del país. El presidente tendrá todo el poder para hacer declaraciones constitucionales y para designar a un jefe de Gobierno con prerrogativas, dijo Al Sisi.
Mohamed Morsi está bajo arresto en el cuartel de la Guardia Presidencial en El Cairo, informó Gehad El Haddad, el vocero de la Hermandad Musulmana, el movimiento islamista del derribado mandatario, en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el presidente de EE.UU., Barack Obama, pidió a los militares que han derrocado al mandatario de Egipto, Mohamed Mursi, que devuelvan la autoridad “a un gobierno civil elegido democráticamente” tan pronto como sea posible y ordenó revisar la ayuda que Washington otorga a ese país.