La Corte de Casación italiana confirmó la condena a cuatro años de cárcel por fraude fiscal del ex premier y líder del Partido del Pueblo de la Libertad (PdL), lo que marcaría el fin de su carrera política.
El Tribunal Supremo, tras dos largas audiencias, anunció su decisión, que no puede ser impugnada. Los seguidores del magnate, muchos de ellos frente al “Palazzaccio” -sede de la Corte en Roma- exultaron en un primer momento, pero luego se manifestaron desilusionados. Esta es la primera vez que Berlusconi enfrenta una condena en firme. El ex premier, de 76 años, hasta ahora había logrado esquivar otras con abogados de prestigio y con leyes a “medida” que hizo aprobar cuando estaba en la cúspide de su carrera como líder del centroderecha.
El veredicto de los jueces de la Corte de Casación, presidida por Antonio Esposito, deja en pie la condena a cuatro años de cárcel por fraude fiscal contra el Cavaliere en el caso del grupo mediático Mediaset. Pero de esos cuatro años de reclusión, tres está cubiertos por indulto y el año restante podrá descontarlo en arresto domiciliario o con trabajo social.
El Supremo tribunal “anuló” en cambio la pena accesoria, que imponía al ex premier la inhibición por cinco años para el desempeño de cargos públicos. En este punto la Casación dispuso enviar las actuaciones a la Corte de Apelación de Milán, para que redetermine dicha pena accesoria.
Los abogados del Cavaliere no hicieron comentario alguno por el momento. En cambio, el fiscal de Milán, Edmondo Bruti Liberati, se explicó que “la pena principal es definitiva y se debe llevar adelante”. Tras la lectura de la sentencia en el máximo tribunal, exponentes del partido de Berlusconi, el conservador Pueblo de la Libertad (PdL), comenzaron a llegar al palacio Grazioli, residencia romana del ex jefe de gobierno.
En tanto, Guglielmo Epifani, secretario del Partido Democrático (Pd, de centroizquierda), aliado con Berlusconi en el gobierno de coalición que preside Enrico Letta, declaró que la “sentencia se debe respetar, llevar a cabo y aplicar”, lo cual provocó ya duras reacciones de parte del Pdl.
En Milán, el ex premier había sido imputado y condenado por evasión fiscal y envío a cuentas en el extranjero de más de siete millones de euros procedentes de los derechos de transmisión de películas estadounidenses. En dicho caso, la Corte de Apelación milanesa había fallado contra el ex jefe de gobierno aplicándole cinco años de interdicción de cargos públicos y cuatro años de cárcel.
El Cavaliere, tres veces jefe del gobierno, ve ahora tambalear su futuro político al confirmarse la condena de las dos instancias precedentes por un enorme fraude fiscal cometido entre los años 2000 y 2003. La condena, además, puede tener efectos graves sobre la estabilidad del actual gobierno de coalición del premier Letta, aliado en una difícil coalición a la centroderecha de Berlusconi para afrontar la seria crisis económica que sacude a Italia desde hace varios años.
La condena puede generar también divisiones en el Pdl, que sin su líder histórico corre el riesgo de escindirse en varias corrientes. Berlusconi fue el creador del sistema de fraude de Mediaset, dijo el miércoles el fiscal de la Corte de Casación, Antonio Mura, al solicitar a los magistrados del Tribunal que confirmaran la condena, pero que redujeran de cinco a tres años la inhibición.
La ratificación de la condena a Berlusconi de parte de la Casación recorrió en pocos instantes los medios de información internacionales, en Italia y en otros países. Por su parte el dirigente opositor Beppe Grillo realizó explosivas declaraciones al conocerse la decisión judicial. “Berlusconi está muerto. Viva Berlusconi!. Su condena es como la caída del Muro de Berlín en el 1989”, destacó hoy en su blog el ex cómico Beppe Grillo, cuyo movimiento político controla alrededor de un cuarto del Parlamento italiano.
“El muro de Berlín separó a Alemania por 28 años”, destacó Grillo en su duro ataque al ex premier tras conocerse la condena de hoy, definiendo a Berlusconi como “el evasor, el amigo de los mafios, el miembro de la logia P2, que ha corrumpido, contaminado y paralizado a la política italiana por 21 años”. Con la condena, lo que “hoy ha caído en Italia es el muro que ha separado al país de la democracia. Este murallón era desde hace tiempo una ilusión óptica, un simulacro, gracias a los efectos especiales de la TV y de los diarios. Este muro ha caído”.
Fuente: ANSA