Al igual que el resto de las actividades, la ciencia también tuvo que adaptarse a los tiempos que corren. ¿Cómo es ser científico en estos tiempos? 

Covid-19. Cuarentena. El mundo en pausa. Todos estamos inmersos en una nueva realidad que no deja sector sin alterar y a la que la ciencia no es ajena. Laboratorios vacíos, e investigaciones que se posponen, son algunos de los paisajes que muestra la pandemia. DEF entrevistó a tres investigadores que desarrollan su labor en distintas áreas de la ciencia para saber cómo desarrollan su actividad en tiempos de Coronavirus.

Doctor Mario Passeggi: “Cuando un científico hace trabajo experimental, el hecho de no poder acudir al laboratorio para realizarlo hace que el trabajo se vea totalmente disminuido”.

Passeggi es director del laboratorio de Física de Superficies e interfase (LASUI) del Instituto de Física del Litoral.

–¿Cómo afecta la pandemia a la labor científica?

–La repercusión es total. Cuando un científico hace trabajo experimental, el hecho de no poder acudir al laboratorio para realizarlo hace que el trabajo se vea totalmente disminuido y, el que realizamos, es imposible de llevar adelante sin estar presentes. Por esto mismo, cualquier proyecto queda detenido en el tiempo porque no se puede escribir una tesis o un paper sin tener datos experimentales.

El doctor Passeggi cree que el impacto de la pandemia sobre la ciencia será total. Foto: Archivo DEF.

–¿Cree que tendrá problemas de insumos más adelante? ¿Cómo lo afectará?

–Supongo que todo lo que tenga que ver con la financiación se postergará. De cualquier modo, lo más preocupante es la parte económica del asunto, porque depender de insumos importados es un grave problema que ha aquejado a la ciencia argentina desde siempre. Hoy, un investigador con veinte años de carrera cobra una miseria y los montos de los proyectos pasados a dólares son insignificantes.

Diego Dominici: “A partir de la pandemia, creo que debemos hacer una migración del foco de atención de la ciencia hacia los temas críticos a los cuales nos enfrentamos como sociedad”

Dominici es bioquímico de la división Bioingeniería en Laboratorios Craveri

–¿Es muy diferente la metodología de trabajo a la que se realizaba antes de la pandemia?

–Si bien la elaboración de medicamentos es una de las actividades exceptuadas desde las medidas preventivas, parte del personal se encuentra cumpliendo la cuarentena. Por lo que hemos reestructurado nuestra dinámica cotidiana, disminuyendo la concentración de personal en áreas comunes y fomentando el trabajo remoto siempre que sea posible.

–¿Cómo afecta la labor diaria?

–La mayor parte de nuestro trabajo es presencial por lo que la implementación de nuevas formas de trabajo se dificulta dado que precisamos de la planta productiva y de los equipos para poder llevarlo adelante. Por otro lado, la naturaleza de nuestra actividad es interdisciplinaria; requerimos de médicos, veterinarios, servicios de transporte, cuya rutina de trabajo también se vio afectada por la pandemia.

–¿Cree que tendrá problemas de insumos más adelante? ¿Cómo lo afectará?

–Gran parte de nuestras materias primas son importadas y hasta tanto no se regularice la situación de envíos desde el exterior, deberemos adaptarnos a los tiempos que la coyuntura dicte. Estamos atentos a cualquier modificación en los escenarios nacionales e internacionales, y en comunicación permanente con proveedores extranjeros a fin de ajustar las tareas a la futura disponibilidad de las materias primas.

Dominici dice que en algunos casos la implementación de nuevas formas de trabajo se dificulta porque se necesita de la planta productiva y de los equipos para poder llevarlo adelante. Foto: Fernando Calzada.

¿Cambiará la forma de producir ciencia?

–Personalmente, no creo que la forma de producirla deba modificarse, sino que los objetivos de producción deben orientarse. Creo que debemos hacer una migración del foco de atención de la ciencia hacia los temas críticos a los cuales nos enfrentamos como sociedad. Considero que la inversión en ciencia aplicada nos permitirá lidiar con las urgencias que nos acosan, para luego poder dar paso al desarrollo y crecimiento pleno en todas las áreas de la ciencia.

María Eugenia Suárez: “Espero que muchos investigadores aprovechen lo que pasa y se pregunten para qué y para quién producen ciencia, porque muchas veces sus desarrollos favorecen a sectores que arrasan con la diversidad, la salud humana y ambiental”

Suárez es licenciada en Etnobiología y forma parte del Grupo de Etnobiología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA

–¿Esto afectó la forma de trabajo?

–Depende en que instancia esté la investigación, del tema que se está estudiando y de la metodología. Por ejemplo, no difiere mucho estar redactando un artículo o analizando información en la computadora. Ahora bien, no puedo realizar el trabajo de campo que tenía programado para esta época del año, lo cual afecta a mis planes y equivale a una reprogramación de actividades, que no lo considero grave. Lo que siempre es un problema es el financiamiento, con esto quiero decir que los problemas básicos para desarrollar las investigaciones también estaban antes de la pandemia. En nuestro caso, lo que más nos cuesta y para lo que más necesitamos financiación son los trabajos de campo, y también ciertos análisis en los que los insumos y servicios cuestan mucho dinero.

–¿Cree que tendrá problemas de insumos más adelante?

–Sí, más que de insumos (que seguramente estarán y complicarán), veo problemas de financiamiento. Si ya estaba difícil, estimo que será peor después.

La etnobióloga cree que la enseñanza que debiera dejar esta experiencia es la de “caminar hacia otro modelo, uno que valore más el ser que el tener”. Foto: Fernando Calzada.

–¿Cambiará la forma de producir ciencia a partir de ahora?

–En lo personal, y en un principio no, dado que trabajamos promoviendo el respeto por la diversidad biológica y cultural, con la revaloración de conocimientos y prácticas indígenas y campesinas, que se contraponen a lo hegemónico y a los grandes poderes socioeconómicos. Pero espero fuertemente que muchos otros investigadores aprovechen lo que pasa para reflexionar sobre sus temas de estudio y formas de hacer ciencia. Que se pregunten para qué y para quién producen ciencia, porque muchas veces se hacen investigaciones que favorecen a sectores como el agroindustrial o el megaminero, que para su desarrollo arrasan con la diversidad, la salud humana y ambiental. Si algo nos enseña la pandemia es que debemos caminar hacia otro modelo, uno que valore más el ser que el tener.