Los festejos en la sede madrileña del PSOE y la gigantografía con el lema de campaña de Pedro Sánchez. / Foto: Twitter @PSOE

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) del primer ministro Pedro Sánchez se impuso en las elecciones y volvió a ser la primera fuerza del país, pero necesitará tejer alianzas con partidos de izquierdas y nacionalistas vascos y catalanes.

“El PSOE ha ganado las elecciones y con ello ha ganado el futuro y ha perdido el pasado”, aseguró el actual presidente del Gobierno y candidato socialista, Pedro Sánchez, quien agradeció los 7,4 millones de votos que consagran a su formación como la primera fuerza política del país. Con 123 de los 350 escaños del nuevo Congreso, el PSOE se verá obligado a conversar con otras bancadas para alcanzar los 176 escaños necesarios para la investidura del nuevo gobierno.

El aliado natural de Sánchez parece ser Unidas Podemos, la coalición de izquierda anti-sistema liderada por Pablo Iglesias, que con sus 42 escaños podría ingresar por primera vez con cargos en el Ejecutivo. “Somos una fuerza imprescindible para que haya un gobierno de izquierdas”, manifestó el líder de esta coalición, al tiempo que subrayó que “el peso parlamentario del bloque progresista superó el peso de las tres derechas”.

Con la expresión “tres derechas”, Iglesias aludía al Partido Popular (PP), Ciudadanos (CS) y Vox, el partido de ultraderecha que logró ingresar por primera vez al Parlamento español. La mayor debacle de estas elecciones la sufrió el PP, que redujo sus escaños de 137 en la pasada legislatura a los magros 66 con los que contará a partir de ahora. Los beneficiarios de la brusca caída del PP fueron los liberales de Ciudadanos, liderados por Albert Rivera, que pasó de 32 a 57 bancas; y Vox, que con discurso identitario y españolista se alzó con 24 escaños. Los analistas imputan al líder del PP, Pablo Casado, el fracaso de su estrategia de giro a la derecha en busca de evitar la sangría de votos hacia Vox.

 

Fuera de los partidos de alcance nacional, volverán a ser claves en la formación del nuevo gobierno los votos de los partidos nacionalistas que gobiernan en Cataluña y el País Vasco. Entre los primeros, los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) consiguieron 15 escaños, que serán determinantes en el futuro político de España. Más lejos quedó la coalición Junts per Catalunya (JuntsxCat), con 7 bancas. Por su parte, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) tendrá 6 asientos en el Parlamento y los independentistas vascos de EH-Bildu, 4.

Otras fuerzas regionalistas que tendrán presencia en el Congreso español son: Coalición Canaria (2 escaños), Navarra Suma (2 escaños), Compromís -partido regional valenciano- (1 escaño) y el Partido Regionalista de Cantabria (1 escaño).