Francisco cuestionó la legalización de las drogas, al sostener que esa no es la solución para hacer frente a la narcodependencia.
En un discurso en el Hospital São Francisco de Assis, el Sumo Pontífice dio una palabra de apoyo a los adictos y afirmó que la Iglesia está dispuesta a ayudarlos a abandonar la dependencia. “No es la liberalización del consumo de drogas, como se está discutiendo en varias partes de América Latina, lo que podrá reducir la propagación y la influencia de la dependencia química”, dijo el Papa, que es argentino. “Es preciso afrontar los problemas que están a la base de su uso, promoviendo una mayor justicia, educando a los jóvenes en los valores que construyen la vida común, acompañando a los necesitados y dando esperanza en el futuro”, agregó.
Recientemente, Uruguay legalizó la siembra y consumo de marihuana y algunos grupos y personalidades de países latinoamericanos han defendido la liberalización del uso de las sustancias químicas, como ha sido el caso del expresidente brasileño Fernando Henrique Cardoso. Francisco dijo que la Iglesia y sus fieles deben “abrazar” a quienes enfrentan dificultades, como la narcodependencia, pero advirtió que dejar esa adicción depende principalmente de la voluntad de que la sufre.
El Papa recordó la historia de San Francisco de Asís, que da el nombre al hospital e inspiró al entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio para escoger su nombre como Pontífice.
“Todos hemos de aprender a abrazar a los necesitados, como San Francisco. Hay muchas situaciones en Brasil, en el mundo, que necesitan atención, cuidado, amor, como la lucha contra la dependencia química”, dijo. “Sin embargo, lo que prevalece con frecuencia en nuestra sociedad es el egoísmo. ¡Cuántos ‘mercaderes de muerte’ que siguen la lógica del poder y el dinero a toda costa!”, criticó.
Durante la visita, el Papa escuchó testimonios emotivos de exadictos. Al lado del arzobispo de Río de Janeiro, Orani Tempesta, Francisco felicitó y fue abrazado por ellos. Al terminar su discurso, rezó el Padre Nuestro con los jóvenes, los exdependientes, pacientes, médicos, enfermeras y religiosos que participaron en el encuentro.
Fuente: Reuters