El presidente de EEUU, Barack Obama, nominó al ex subsecretario de Justicia durante el Gobierno de George W. Bush, James Comey, para dirigir el FBI.

Comey, de 52 años, experimentado fiscal y republicano, está además ante el reto de sustituir a Robert Mueller, quien lleva 12 años al frente del Buró Federal de Investigaciones (FBI), desde una semana antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001. El nombramiento se produce en un momento delicado para la agencia por la revelación de los programas secretos de espionaje y las críticas recibidas tras los atentados de Boston.

Durante el acto de nominación en la Rosaleda de la Casa Blanca, Obama destacó especialmente la “profunda integridad” de Comey, padre de cinco hijos, y su “feroz independencia”. El mandatario sostuvo que Comey está “excepcionalmente cualificado” para dirigir el FBI ante desafíos entre los que citó la lucha contra el crimen organizado, la protección de los derechos civiles, la explotación infantil, el terrorismo y la ciberseguridad.

Según Obama, Comey “entiende que en tiempos de crisis no somos juzgados solo por el número de complots que desmantelamos o por cuántos delincuentes llevamos ante la justicia, sino también por nuestro compromiso con la Constitución que hemos jurado defender y los valores y libertades civiles que hemos prometido proteger”. Por ello, Comey “será un líder que entiende cómo mantener seguro a Estados Unidos y permanece fiel a nuestros ideales fundadores”, agregó el presidente.

En el año 2004 Comey se desempeñó como secretario interino de Justicia durante la hospitalización del entonces titular de esa cartera, John Ashcroft, y se opuso a algunos aspectos del programa de vigilancia y escuchas de las comunicaciones de ciudadanos ordenado por Bush tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

Su nominación llega en medio de la polémica por los programas secretos de vigilancia del Gobierno estadounidense para recopilar registros telefónicos y datos de internet de millones de usuarios, y cuya efectividad y constitucionalidad ha defendido esta misma semana ante el Congreso el actual director del FBI.

Fuente: EFE