El presidente estadounidense Barack Obama obtuvo la mayoría en el Colegio Electoral. Los republicanos mantuvieron el control de la Cámara de Representantes y los demócratas retuvieron su mayoría en el Senado.

Fortalecido por su victoria electoral, el presidente Barack Obama prometió tender puentes sobre las barreras políticas en Estados Unidos y buscar acuerdos para los asuntos inconclusos durante su primer mandato.

Los estadounidenses optaron, sin embargo, por mantener en Washington un gobierno dividido, dejando el Congreso igual de fragmentado que está desde las elecciones de medio período del 2010. Los demócratas de Obama retuvieron el control del Senado y los republicanos de Romney la Cámara de Representantes.

Tras una larga, amarga y costosa campaña, Obama, de 51 años, dio un tono conciliador a su primer discurso después de la reelección en la madrugada del miércoles ante miles de partidarios en Chicago, que aplaudieron cada una de sus palabras.

“Ustedes votaron por acciones, no por la política de siempre”, dijo Obama, llamando a un compromiso y prometiendo trabajar con los líderes de ambos partidos para reducir el déficit, reformar el código tributario y las leyes migratorias, además de reducir la dependencia del petróleo importado.

Obama, que se transformó hace cuatro años en el primer negro en ganar las elecciones presidenciales en Estados Unidos, dijo a sus seguidores que esperaba sentarse con Romney en las próximas semanas y explorar cómo superar los desafíos que la nación tiene por delante.

Los problemas que acecharon el primer mandato de Obama y que proyectaron una larga sombra sobre su promesa de esperanza y cambio que lo llevó a la Casa Blanca en las elecciones del 2008, todavía lo persiguen. Debe enfrentar un déficit público anual que ronda el billón de dólares, con una deuda que asciende a 16 billones de dólares y un Congreso dividido.

El foco inmediato de Obama y los legisladores será enfrentar el “abismo fiscal”, una mezcla de aumentos de impuestos y recortes de gastos que deben quitarle unos 600.000 millones de dólares a la economía a partir del 1 de enero, a menos que el Congreso logre un acuerdo.

Romney, un ejecutivo millonario de la industria financiera, logró recuperarse de una serie de tropiezos durante la campaña hasta dar la impresión de que podría derrotar a Obama tras superarlo en el primero de los tres debates que mantuvieron cara a cara.

La votación a nivel nacional fue extremadamente pareja, con Obama sumando alrededor del 50 por ciento de los votos contra el 49 de Romney tras una campaña en la que los candidatos y sus aliados gastaron alrededor de 2.000 millones de dólares.

Pero en el sistema de votos electorales por estado que define el derecho de ocupar la Casa Blanca, Obama obtuvo una cómoda victoria. En la mañana del miércoles, Obama contabilizaba 303 votos electorales, muy por encima de los 270 que necesita para ganar. Romney tenía 206.

El resultado de la votación en el estado de Florida no fue todavía anunciado, lo que implica que hay todavía 29 votos electorales sin adjudicar.

Romney, exgobernador de Massachussetts de 65 años, reconoció la victoria de Obama en un discurso ante sus decepcionados seguidores congregados en un centro de convenciones de Boston. “Este es un momento de un gran desafío para nuestra nación”, dijo. “Rezo para que el presidente tenga éxito guiando a nuestra nación”. Alertó contra las disputas partidarias e instó a los políticos de ambos bandos a “poner a la gente antes que la política”.

Fuente: Reuters