Washington y Ankara han consensuado la creación de una “zona de seguridad”, libre de combatientes del Estado Islámico, en la frontera entre Turquía y el noroeste sirio. Esta zona se extendería a lo largo de la frontera turca al norte de Alepo, entre las ciudades de Azaz y Yarabulu.
“Nuestro objetivo es que no queremos ver al EI en nuestra frontera. Queremos reemplazarlo por la oposición moderada”, manifestó también Davutoglu, aunque no explicó las medidas que se tomarán. “Si nosotros no enviamos tropas sobre el terreno – que no las enviaremos – es obvio que hay que proteger los elementos que colaboran allí con nosotros”, detalló.
Según esas fuentes gubernamentales, aviones turcos, además de estadounidenses, ofrecerían protección aérea a fuerzas de la oposición siria moderada para que expulsen a los yihadistas.
La gran pregunta es cuál de los muchos grupos armados sirios podría reemplazar al EI como fuerza dominante en esta zona, mereciendo la protección de Turquía y Estados Unidos. Davutoglu mencionó el “Ejército Libre de Siria (ELS) u otros grupos moderados”, pero las siglas del ELS, inicialmente comprometidas con una visión laica y democrática, ya casi solo existen sobre el papel.
Las fuentes gubernamentales turcas consultadas por la agencia EFE sólo excluían de forma tajante una colaboración con el Frente Al Nusra (filial siria de la red Al Qaeda), por considerarla una organización terrorista.
Pero respecto a Ahrar al Sham, una poderosa milicia salafista presente en la región de Alepo, cuyos dirigentes provienen en parte de Al Qaeda, las fuentes se limitaron a indicar que no figura en la lista de organizaciones terroristas de Naciones Unidas y por eso no puede ser descartada de plano.
“Para Turquía, Ahrar al Sham, una organización cercana a los Hermanos Musulmanes, es sin duda la opción preferida, pero EEUU no puede aceptar esta milicia”, declaró Hefiz Abdulrahman, un analista sirio actualmente refugiado en Alemania, cofundador de la organización de derechos humanos kurda Maf.
En su opinión, Ahrar al Sham, pese a presentarse como alternativa para protagonizar la lucha contra el régimen sirio y el EI, “no tiene un plan nacional para Siria, mantiene una estructura de jerarquía religiosa y sigue la ideología del califato: no es tan distinta del Frente Al Nusra ni del Estado Islámico”.
El grupo que asuma el control de la franja de seguridad diseñada por Ankara y Washington también debería garantizar la seguridad de la población civil, ya que Turquía prevé convertir esta zona en lugar de acogida para los desplazados sirios.
Incluso se sugiere que los refugiados actualmente en Turquía, unos 1,7 millones de personas, regresen a esta franja, aunque en ningún caso se les forzaría a ello, subrayaron las fuentes.
El reto, añadieron, es encontrar un grupo “comprometido con una Siria unida, pacífica y, en la medida de lo posible, democrática” y suficientemente potente para vencer al EI y mantener la seguridad del territorio, una combinación que se antoja difícil.
Fuente: EFE