Un reciente informe del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IIEE) revela que el gasto militar en América Latina aumentó en un 50 % durante los últimos diez años. Venezuela lidera a los más compradores, seguido por Brasil, Colombia y Chile. Muchos analistas en estas cuestiones advierten sobre la carrera armamentista que puede perturbar la paz y seguridad regional.
“Algunos países disfrazan el gasto militar y otros lo ocultan por completo”, sostuvo recientemente el secretario general de Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, preocupado por el ansia de armarse de varios países de América Latina y por el impacto que esto puede tener sobre la paz y la seguridad regional. No se quedó ahí. También, denunció que el presidente peruano Alan García llamó a abordar el tema de la adquisición de armas en la próxima asamblea de la OEA y sugirió un pacto de no agresión; mientras que el presidente colombiano, Álvaro Uribe, denunció que si bien una carrera armamentista es “inmensamente dañina” para la región, de todos modos “tenemos que cumplir con el deber de enfrentar el terrorismo”. Así las cosas. Las cifras no mienten: el presupuesto del gasto militar en América latina aumentó en un 50 % durante los últimos diez años. Y varios son los países que se anotaron en esta verdadera carrera armamentista.
EN EL TIRA Y AFLOJA
En su Balance Militar 2010, el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) que informa anualmente sobre la capacidad militar y los gastos de defensa que incluyen a 170 países del mundo, la tendencia del crecimiento de las ventas de armas en la región “parece encaminada a continuar”. Lo cierto es que América Latina se ha convertido en el principal nuevo mercado para exportaciones de armas rusas. Además, señala que Rusia firmó contratos con Venezuela, Perú, Brasil, México y Colombia y negocia otros con Bolivia, Uruguay y Ecuador.
Por su parte, el secretario adjunto de ese organismo para América Latina, Arturo Valenzuela, reconoció el derecho soberano de los países para renovar su armamento. Sin embargo, pidió disminuir los gastos militares en la región. También, en un reciente editorial, The Washington Post reclamó al presidente Obama que no ignorase los avances armamentistas del país caribeño y se pronunciase al respecto. En total, en 2009, los gastos de defensa en esta parte del mundo y el Caribe aumentaron hasta los 58.048 millones de dólares (un 1,35% del PBI de la región), frente a 39.073, en 2008.
LOS MÁS COMPRADORES
En el ranking de esta furia compradora, el líder en estos menesteres era Brasil. ¿La receta?, sencilla: busca acrecentar su poder militar en el camino hacia su consolidación como potencia. Colombia ocupaba el segundo puesto con el 4% del Producto Interno Bruto. Entre sus argumentos aparecen la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y las guerrillas. Chile los seguía. Según los expertos en cuestiones castrenses, cuenta con las Fuerzas Armadas más avanzadas de AL, dotadas con cazabombarderos holandeses y fragatas británicas. La modernización es la excusa. Mientras tanto, Perú acusó recibo y el gobierno “sueña” con tanques chinos y aviones y misiles ingleses. Este póquer de ases es el que más abultó sus presupuestos de Defensa.
Pero, una denuncia del director nacional de Inteligencia de los Estados Unidos, Michael McConnell, colocó a Venezuela en el tope de los más compradores. El funcionario advirtió durante una audiencia ante la Comisión de Fuerzas Armadas del Senado, que las compras de moderno equipamiento militar a Rusia (24 cazas bombarderos Sukhoi-30, 53 helicópteros MI-24, 100.000 fusiles Kalashnikov, misiles Top-MI, entre otros equipos) realizadas por el gobierno de Chávez “son preocupaciones crecientes para sus vecinos”. No por nada, sacó de las arcas la friolera de 4000 millones de dólares en los últimos dos años. Así, se dio el lujo de superar a Pakistán e Irán, otros grandes compradores de armas.
Como ya es su costumbre, el presidente Hugo Chávez se justificó. “Las compras de armas nos son necesarias para defender la soberanía de nuestro país”, expresó. Como no podía ser de otra manera, el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Philip Crowley, le salió al cruce. Expresó la gran preocupación de Washington por el anuncio de Moscú de venderle armamento militar a Venezuela por unos 5000 millones de dólares. Y sobre todo, por la posibilidad de que alguna de esas armas pudiese ir a parar a otras manos, léase las FARC.
el secretario general sr. insulza hace una critica de el armamentismo de peru.pero aparentemente no hace un ( mea culpa ) del armamentismo guarango que hace chile,su pais.
Como era de esperar,mismos dueños que infosionista y c5n mossad,en su guerra mediatica difamatoria anti enemigos del regimen sionista nuclear,mintiendo con venezuela tomando datos falsos,que obvios.
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