Irán y las potencias del P5+1 acaban de concluir las conversaciones nucleares con un acuerdo marco para futuras negociaciones, pero con pocos progreso en el tema principal sobre las concesiones nucleares que Teherán debe hacer a cambio del final de las sanciones que asfixian su economía. El análisis de Omar Locatelli (Especial para DEFonline)
En una declaración conjunta al final de las conversaciones de tres días que tuvieron lugar del 18 al 20 de febrero, los funcionarios de Irán y la delegación del denominado P5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia + Alemania) dijeron que se reunirían de nuevo en viena el 17 de marzo , continuando un proceso que, probablemente, tardará al menos seis meses o más.
Por separado, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) -agencia nuclear de Naciones Unidas- confirmó que Teherán está cumpliendo con sus compromisos en virtud del pacto de la primera etapa que condujo a las negociaciones de esta semana que se centran en un acuerdo más ambicioso.
Entre otros hallazgos, la agencia señaló que las existencias de Irán de materiales nucleares que se puede convertir rápidamente en el núcleo fisible de una ojiva nuclear ha disminuido en casi un 20 por ciento hasta 161 kilogramos (355 libras) en el marco del acuerdo en primera medida, que entró en vigor el mes pasado.
Las potencias occidentales quieren un acuerdo a largo plazo sobre el alcance permisible de las actividades nucleares de Irán para sepultar con las preocupaciones por un eventual desarrollo de armas atómicas. En contrapartida, la prioridad de Irán es la completa eliminación de las perjudiciales sanciones económicas en su contra.
Si bien las potencias aún no han explicado en forma precisa sus demandas sobre Irán, las mejores precisiones han sido las declaraciones de funcionarios occidentales que le señalaron a Teherán la necesidad de limitar el enriquecimiento de uranio a una concentración lo más baja fisible, limitar la investigación y el desarrollo de nuevos equipos nucleares, desmantelar una parte sustancial de sus centrífugas usadas para refinar uranio, y permitir mayores inspecciones nucleares de la ONU.
Estas medidas, en opinión de los funcionarios, podrían ayudar a extender el tiempo que Irán necesitaría para hacer suficiente material fisible para una bomba, como también facilitarían la detección antes de que se convierta en un hecho consumado. Por el contrario, Teherán sigue argumentando que su programa es pacífico y que no tiene fines militares.
Más allá de destacar las amplias diferencias sobre las expectativas en las conversaciones, el vicecanciller iraní Araqchi fue citado por su televisión estatal diciendo que cualquier desmantelamiento de las instalaciones nucleares iraníes no sería objeto de negociación.
Otro punto de fricción es el futuro de las instalaciones de Irán en Arak, reactor de agua pesada sin terminar, que podría producir plutonio para bombas, como así también la planta de enriquecimiento de uranio de Fordow, que fue construida bajo tierra para protegerse de cualquier amenaza de ataques aéreos .Al respecto el portavoz de la Organización de Energía Atómica iraní, Behrouz Kamalvandi, dijo que “los sitios nucleares de Irán continuarán sus actividades como antes”.
En la víspera de la ronda de Viena, ambas partes restaron importancia a las expresiones del supremo líder clerical de Irán, ayatolá Ali Khamenei, quien manifestó que no era optimista; pero que tampoco se opuso a las negociaciones.
Durante una década de un intermitente diálogo, Irán ha rechazado las acusaciones de Occidente de que ha estado buscando los medios para construir armas nucleares, aduciendo que está enriqueciendo uranio sólo para generar electricidad y para fines médicos. Como parte de un acuerdo final, Irán espera que Estados Unidos, la Unión Europea y las Naciones Unidas levanten las sanciones económicas en su dependiente economía petrolera. Pero los gobiernos occidentales siguen siendo cautelosos de renunciar a su influencia demasiado pronto.
Como respuesta inicial a las conversaciones, un alto funcionario de EE.UU. dijo que llegar a un acuerdo sería un ” largo proceso complicado y difícil”. Agregó que “cuando los riesgos son tan altos, y el diablo está realmente en los detalles, uno tiene que tomar el tiempo necesario para asegurar la confianza de la comunidad internacional en el resultado”. Finalizó expresando que “Eso no se puede hacer en un día, una semana o incluso en un mes dentro de esta situación. “
A su vez, la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, quien convocó a las conversaciones entre Irán y las seis potencias, declaró al finalizar la conferencia que “hemos identificado todos los problemas que tenemos que abordar para un acuerdo global y definitivo”. Un comunicado posterior leído en farsi por el Ministro de RREE iraní Mohammad Javad Zarif, agregó declaraciones de Ashton diciendo que “no va a ser fácil, pero hemos tenido un buen comienzo”. Un diplomático occidental completó al respecto que Ashton visitaría Teherán entre el 9 y el 10 de marzo para mantener conversaciones preparatorias.
Las seis potencias esperan lograr un acuerdo a finales de julio, cuando se vence el acuerdo provisional alcanzado en noviembre. Si bien las expectativas iniciales habían sido modestas como las conversaciones que comenzaron el martes 18Feb, el anuncio de que se había acordado un marco estuvo destinado, en parte para alentar a los escépticos dentro y fuera de Irán de que las negociaciones tuvieron la oportunidad de tener éxito.
Las conversaciones se han diseñado para aprovechar una oferta que compromete a Irán a disminuir sus potenciales capacidades de contar con armas nucleares a cambio de una cierta relajación en sus sanciones económicas. El acuerdo puede ser prorrogado por mutuo acuerdo después de seis meses.
Las sanciones a ser suspendidas durante el acuerdo provisional incluyen las exportaciones de petroquímicos iraníes, su comercio de oro y metales preciosos, su industria automovilística y el suministro de piezas para su industria de la aviación civil. No habrá nuevas sanciones, siempre y cuando el acuerdo de la primera etapa permanezca vigente.
Nunca mejor interpretación de las opciones que le quedan al mundo cuando el Ministro de RREE iraní Mohammad Javad Zarif, citado por su prensa televisiva, sonando como nota de optimismo dijo que “Es realmente posible llegar a un acuerdo debido a un simple hecho primordial y es que no tenemos otra opción.”