El Parlamento de Ucrania destituyó al presidente Viktor Yanukovich, quien abandonó su oficina en Kiev y denunció un “golpe de Estado”.
El Parlamento decretó también la liberación de su enemiga, la ex primera ministra Yulia Tymoshenko, que salió del hospital donde ha permanecido detenida, completando una transformación radical de esta ex república soviética de 46 millones de habitantes.
El aparente derrocamiento del líder afín a Rusia tras violentas protestas en las que murieron 82 personas en el centro de la capital, convertida en un infierno, parece que alterará el futuro del país, acercándolo a Europa y alejándolo de la órbita de Moscú.
También supone un duro revés para el sueño del presidente ruso, Vladimir Putin, de recrear en lo posible la Unión Soviética en una nueva Unión Euroasiática, en la que Moscú contaba con Yanukovich para que Ucrania tuviera un papel clave.
Los miembros del Parlamento ucraniano, que abandonaron a Yanukovich después de la matanza de esta semana, aplaudieron de pie y cantaron el himno del país después de que declararon al presidente incapaz de cumplir con sus obligaciones y fijar elecciones anticipadas para el 25 de mayo.
Más tarde, el presidente ucraniano Viktor Yanukovich aseguró que no tenía intención de dimitir ni dejar Ucrania, afirmando que todas las decisiones tomadas por el Parlamento el sábado eran ilegales, informó Interfax citando una entrevista a la televisión.
Yanukovich calificó la situación en Ucrania de “golpe de Estado” y la comparó a la toma del poder por los nazis en los años 30 en Alemania.
“Mi coche recibió disparos. No tengo miedo. Siento pena por mi país”, dijo a la cadena de televisión UBR y difundida por Internet
El presidente calificó a los oposición de gángsters que aterrorizan el país y dijo que ahora viajaría por el sudeste de Ucrania reuniéndose con la ciudadanía.
La información no especificó su paradero, pero la entrevista televisiva estaba datada en Járkiv, en el noreste de Ucrania, mientras la sede presidencial en Kiev está controlada por la oposición.
Mientras Yanukovich hacía estas declaraciones, el Ejército ucraniano indicó que no se implicaría en ningún conflicto político.
“Las fuerzas armadas de Ucrania son leales a sus obligaciones constitucionales y no pueden meterse en un conflicto político local”, dijo.
Fuente: Reuters