Mientras la cuarentena obliga a los ciudadanos a mantener el aislamiento social y obligatorio, un pediatra encontró la manera de seguir cerca de sus pacientes.
Rubén Omar Sosa, médico pediatra e infectólogo, ideó una original forma de promocionar la salud. Con la ilusión de ver a sus pacientes en una situación que no estuviera relacionada con la enfermedad y el dolor, desde 1994 organiza barrileteadas en las que se reúne con los chicos y sus familias a compartir un espacio de juego. Sin embargo, su intención no se agota en lo lúdico, y en cada ocasión plantea una consigna destinada a generar en sus pequeños pacientes un compromiso con la salud y la solidaridad, con la esperanza de que los acompañe a lo largo de la vida.
Este año estaba previsto, el último domingo de abril, un encuentro en el cual los niños se comprometerían al tiempo de remontar sus barriletes a no consumir tabaco ni drogas al llegar a la adultez, promesa que quedaría sellada en un diploma. Ante esta cuarentena obligatoria el evento debió suspenderse; sin embargo, el doctor Sosa lejos de darse por vencido está convocando a las familias a realizar la promesa desde sus hogares mientras los niños dibujan su propio barrilete: “Cuando nos volvamos a encontrar, yo lo voy a firmar. Seguramente va a haber tiempo para remontar cuando todo esto pase. Ojalá que sea pronto”, aseguró.
Un poco más sobre el doctor Sosa
Rubén Sosa es médico, trabajó como asesor en el Hospital Churruca y en el Hospital General de Niños “Dr. Pedro de Elizalde”, donde atiende desde hace 37 años. Creador de las barrileteadas, divertida forma de convocar a sus pacientes lejos del consultorio y a fin de bajar líneas de promoción y protección de la salud, ha compartido algunas de las miles de conmovedoras historias en sus libros –Historia de un barrilete, Historias de cal y arena I y II, y “De hieles y mieles” –, cuya recaudación es donada íntegramente a los hospitales públicos.