El Parlamento de Crimea votó a favor de integrarse a la Federación Rusa, y el gobierno de esa república autónoma convocó para el 16 de marzo un referendo sobre el tema.
El nuevo cambio de la situación para colocar a Crimea, cuya mayoría étnica es rusa y ha sido efectivamente ocupada por fuerzas rusas, formalmente bajo el Gobierno de Moscú, se conoció en momentos en que los líderes de la Unión Europea se reúnen en una cumbre de emergencia para examinar mecanismos que permitan presionar a Rusia a fin de que retire sus fuerzas.
El Parlamento de Crimea votó unánimemente “para ingresar a la Federación Rusa con los derechos de un ente de la Federación Rusa”. El viceprimer ministro de Crimea, Rustam Temirgalie, cuya región es sede de la base militar rusa en el Mar Negro, en Sevastopol, dijo que el referendo para determinar la anexión a Rusia se celebrará el 16 de marzo. El anuncio, que diplomáticos dicen que no pudo hacerse sin el consentimiento del presidente ruso Vladimir Putin, aumenta las tensiones en la más grave confrontación entre Occidente y Oriente desde el fin de la Guerra Fría.
Lejos de buscar una solución diplomática, Putin parece haber decidido crear hechos en el terreno antes de que Occidente acuerde lanzar medidas en su contra. En tanto, líderes de la Unión Europea se preparaban el jueves para advertir pero no sancionar a Rusia por su intervención militar en Ucrania, después de que Moscú rechazó esfuerzos diplomáticos occidentales para que el país retirara sus fuerzas de Crimea y las regresara a sus bases. El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, no quiso reunirse con su nueva contraparte de Ucrania ni lanzar un “grupo de contacto” para buscar una solución a la crisis en París, pese a la presión del secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, y de colegas europeos.
La tensión era alta en la región de Crimea, en el sur de Ucrania, donde el enviado especial de la ONU Robert Serry fue rodeado por una multitud hostil que gritaba “¡Rusia! ¡Rusia!”, lo que obligó al holandés a volver a su avión y partir rumbo a Estambul.
Es improbable que una cumbre de emergencia de la Unión Europea en Bruselas adopte más que medidas simbólicas contra Rusia, el mayor proveedor de gas de Europa, porque ni la potencia industrial Alemania ni el centro financiero Gran Bretaña quieren incursionar en ese camino. EE.UU. ha dicho que está listo para imponer sanciones, como prohibiciones de visas, el congelamiento de activos de funcionarios rusos y restricciones sobre vínculos empresariales en días en vez de semanas.
Fuente: Reuters