La guerrilla anunció un cese unilateral del fuego por 30 días desde el 15 de diciembre y dijo tener esperanza de que el Gobierno responda con un alto en su ofensiva.
El anuncio, hecho al cierre de un ciclo de la negociación que busca poner fin al conflicto armado en Colombia, se produjo en medio de la irritación del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos por el ataque perpetrado por rebeldes de las FARC el sábado a un cuartel militar y policial, que dejó al menos ocho muertos.
“Procedemos a ordenar a todas nuestras unidades guerrilleras y milicianas un cese de fuegos (unilateral) y hostilidades por 30 días a partir de las 00:00 horas del próximo 15 de diciembre, correspondiendo así a un hondo clamor nacional”, dijo Pablo Catatumbo, miembro del equipo negociador de las FARC.
Y “aún abrigamos la esperanza de que el Gobierno nacional corresponda a nuestro gesto ordenando un alto en su ofensiva”, añadió en el centro de convenciones en La Habana donde dialogan desde hace un año.
Los representantes del Gobierno en la mesa no declararon a la prensa, como había sido habitual tras el cierre de cada ciclo de conversaciones, y fuentes dijeron que se debió a la indignación que provocó el atentado con explosivos del sábado.
Fuentes militares informaron que los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) lanzaron misiles de fabricación casera contra una casa que servía de cuartel al Ejército y a la Policía en el municipio de Inzá, en el departamento del Cauca, una zona con fuerte presencia de rebeldes.
En el ataque murieron cinco integrantes del Ejército, un policía y tres civiles, mientras que al menos 20 personas resultaron heridas y varias edificaciones quedaron reducidas a escombros.
Las FARC reconocieron el domingo más temprano la autoría del ataque, el peor a un pueblo desde el inicio del diálogo de paz con el Gobierno.
Fuente: Reuters